Sobre ruedas

Sin duda es esta una expresión de todos conocida, a la que se solía recurrir cuando todo iba bien, todo va sobre ruedas. Hoy las ... ruedas de los camiones y los tractores parece que nos dicen lo contrario, les cuesta mucho rodar. Sin duda alguna, y aunque algunos digan lo contrario, se les ha puesto a transportistas, agricultores y ganaderos la cosa muy cuesta arriba. Eso sin olvidar a las gentes de la mar, donde las hélices de los barcos tampoco lo tienen fácil para girar. A unos y otros seguramente podríamos sumar muchos más, porque las cosas no van sobre ruedas para casi nadie. Más bien, parece que en este país vamos cuesta abajo y sin frenos, a tumba abierta. No me quiero poner estupendo como diría don Ramon María del Valle-Inclán en su obra Luces de Bohemia, pero es también obligado, llegados a este momento, recordar el diálogo entre los sepultureros donde uno de ellos dice: “En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sin vergüenza. En España se premia todo lo malo”, a lo que el otro contesta: “¡No hay que poner las cosas tan negras!”. En este momento no me gustaría darle la razón al primer sepulturero, pero si las cosas no están muy negras, se están poniendo cada vez más. A pesar de que en Madrid no haya pobreza y algunos que conocen la realidad cuestionen el informe de Cáritas al respecto, perdonen la ironía, pero es que no doy crédito. Indudablemente, en nuestra sociedad y en la política, cada vez son más abundantes los chisgarabis, palabra muy empleada por mi querido doctor Ángel Gil.

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Sin duda alguna, el problema de que España no ruede no está precisamente en las ruedas, sino en las mentes de quienes han de poner orden y concierto en la vida de este país. Decía la canción: “Con el vino se engrasan las ruedas y se suben las cuestas mejor”, hoy eso se considera una incitación al consumo de alcohol y poner a los camioneros en situación de riesgo. Ciertamente puede ser así y lo que realmente sería necesario que se engrasase es el cerebro de nuestros dirigentes. La tarea no es fácil, no sólo porque el aceite esté caro, pero han de hacérselo mirar quienes nos gobiernan y quienes pretenden tomar la alternativa, así como los de en medio, las bisagras también han de estar engrasadas para que no chirríen. Ya está bien de excusas y justificaciones, ya está bien de negar la evidencia, ya está bien de mirar hacia otro lado, ya está bien de hacernos comulgar con ruedas de molino, ya está bien de distraer nuestra atención con cosas que no conducen a nada, mientras se pasa de puntillas sobre lo que realmente tiene calado y genera o puede generar situaciones realmente incómodas y difíciles al común de los ciudadanos.

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