Nuestra fuerza laboral

Domingo, 13 de junio 2021, 05:00

Pese a las malas cifras del paro, pese a las dificultades laborales de los jóvenes (inestabilidad en el empleo, bajos salarios, etc.) la fuerza laboral ... española tiene en la actualidad un nivel de instrucción que nunca había existido. Hemos pasado de una población empleada con relativamente pocos titulados superiores a otra en la que los titulados superiores son casi la mitad (y eso pese a que ahora hay muchos más trabajadores inmigrantes en España, los cuales tienen un nivel de instrucción bastante más bajo que el de los españoles). Y de una España en la que había muchos analfabetos y muchísimas personas con estudios primarios entre los ocupados a otra en la que apenas hay españoles con tan poca formación.

Publicidad

Veamos algunos datos de la EPA relativos a las personas ocupadas en España entre 1987 y 2020, que certifican la transformación radical de su nivel educativo en el último tercio de siglo:

- En 1987 (datos del segundo trimestre), el 11% eran analfabetos o personas sin estudios, y el 47% solo tenía hasta estudios primarios. Había tan sólo un 11% de “universitarios”.

- En 2020 (datos del cuarto trimestre), solo el 0,2% de la población ocupada era analfabeta (si bien este porcentaje subía al 6,7% en el grupo de inmigrantes no europeos, mayoritariamente africanos, seguidos de asiáticos). Sólo el 4,4% de los españoles tenía estudios primarios completos o parciales, (porcentaje que subía al 30,2% entre los inmigrantes no europeos). El 45,7% de los ocupados en el cuarto trimestre de 2020 tenía educación superior. Este porcentaje subía al 48,3% entre los ocupados de nacionalidad española (42,6% los hombres y 55,1% las mujeres), y bajaba al 13,1% en el grupo de africanos y asiáticos. Proporción que subía al 30,5% entre los iberoamericanos.

Como puede verse, el problema laboral español no proviene de una baja formación sino de un muy mal funcionamiento del mercado laboral. Mal funcionamiento que comenzó a mostrarse durante la crisis de 1973 (crisis del petróleo) y que, con altibajos, el empresariado español no ha sido capaz de revertir. Un problema que tiene su indicador más relevante en la muy elevada tasa de paro que, además, se dispara hasta el 40% en las edades más bajas. Jóvenes bien formados que buscan trabajo y no lo encuentran, y cuando lo encuentran muchas veces son tareas inferiores a la formación que han recibido.

Publicidad

Paro e inestabilidad que -me temo- seguirán aquí tras la salida de la pandemia.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad