¿Independiente?

Hace poco tiempo el Banco de Santander intentó vender sus acciones de Prisa a Blas Herrero y, naturalmente, la reacción de los sanchistas vía Telefónica fue fulminante. No podían perder Prisa como medio fundamental para su proyecto y se movieron rápido para que Telefónica echara a pique la operación, con la intención de que el grupo se dedicara a ensalzar a los suyos (como se está viendo en el caso de Gabilondo) y a denigrar de mala manera, es decir, con mentiras sin cuento, a Isabel Díaz Ayuso, por ejemplo.

Con Soledad Gallego Díaz como directora, en sustitución del magnífico Antonio Caño, se echó a la calle a un grupo de periodistas –ellos sí independientes- y, entre ellos, a Maite Rico, con un currículum lleno de magníficos libros. Pues bien, ahora, con la vuelta de Moreno a la dirección, se anuncia la supresión del Consejo Editorial, con el único fin de sacar a Felipe González del grupo Prisa, y, de paso, a Augusto Delkader (cofundador de El País) y a Pedro García Guillén, que cesa como consejero delegado de Prisa-Radio, del que depende la SER.

Y lo más relevante: entra Miguel Barroso, que fue durante año y medio (abril 2004-septiembre 2005) el secretario de Estado de Comunicación de Zapatero, desde donde amplió la oferta de televisiones privadas, quedándose sus amigos con alguna de ellas, que, después de fracasos económicos, entregaron a A3 Media sacando buenos beneficios.

Barroso, que también dirigió la FNAC, Casa América y últimamente estaba en WPP (publicidad), va a ejercer ahora de comisario político de Moncloa en El País y la Ser. Pero, ¿quién está detrás? Sin duda, Telefónica, vale decir el vallisoletano Javier de Paz, mano derecha de Pallete.

Javier de Paz fue secretario general de Juventudes Socialistas e íntimo amigo de José Luis Rodríguez Zapatero y, por lo que se ve, ahora está dispuesto a echar una mano (de hierro) a Pedro Sánchez. Y si eso es así, yo dejaré de leer ese periódico y los invito a ustedes a que hagan lo mismo.