¿Habrá concierto?

De momento, las sensaciones no pueden ser mejores para el PP, donde su nuevo jefe, el actual alcalde Carlos García Carbayo, ya puso pie en pared, en el mismo instante de su triunfo en las primarias del partido conservador hace unas semanas. Me recordó un poco una de las frases de su discurso a aquella otra histórica, “no se mueva nadie”, que hizo temblar nuestra joven democracia.

Carbayo, para no perder comba, por si acaso, ha comenzado por levantar el suelo de la mitad de los barrios, muy al estilo Gallardón, cuando se empeñó en soterrar la M-30 en Madrid, en un hito de la ingeniería que de imposible terminó por elevarle a los altares.

Igual es el ejemplo que ha tomado como referente de éxito. Para ello, ha contado, además, con el apoyo de diferentes consejeros de la Junta que han recorrido con promesas y proyectos muchos municipios cercanos de la provincia. Nada nuevo en el firmamento de la política local.

La susodicha culebra puede venir si los resultados mantienen una tendencia que no ha sido la mejor en los últimos comicios, para el PP. Más bien pareciera que el PSOE, liderado para la ocasión por José Luis Mateos, se vea incapaz de conseguir voltear la alcaldía. Pero existe la dificultad añadida a la hora de los presagios, en esta ocasión, de la más que segura desaparición, o casi, de Ciudadanos, y también de otras fuerzas que no parece que puedan mantenerse o aparecer, según el caso.

Así que asistiremos a un reparto de votos un tanto desconcertante, a priori, lo que hace pensar en que Vox, seguramente, la gran incógnita, pueda tener opciones de ser decisivo en la conformación del gobierno municipal. Visto lo visto en la relación del PP y Vox en la Junta, con un gallardo vicepresidente que ha vuelto a quedar en evidencia con el ya famoso no-concierto, resulta casi más deseable, si es que el actual regidor confirma sus esperanzas, que lo haga con suficiente autonomía, para seguir su camino sin necesidad de otro concierto. Al final, Carbayo, con su discurso pausado, a veces por demás, y su habitual templanza, salvo en el discurso antes señalado que aun ando procesando, asegura una continuidad que, quitando excentricidades y decisiones un tanto precipitadas en relación con el evento Peace City World, no ha tenido mayores sobresaltos. Necesitamos iniciativas y mano firme para ponerlas en marcha. Los valientes pueden equivocarse alguna vez, pero avanzan. Ah, no confundir valiente con gallardo, ni aunque lo dicte la RAE.