Españoles de bien

Cuando la política deja de ser el arte de hacer felices a los pueblos para pasar a ser el origen principal de sus desdichas, los ... periodos preelectorales pueden convertirse en una auténtica pesadilla. Vivimos un periodo convulso en el que lo importante cede paso a lo urgente, y lo urgente pocas veces importa demasiado, si es que no constituye una auténtica estupidez potencialmente peligrosa.

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La penúltima necedad que ha saltado al debate público ha sido la proclamación del derecho que todos los “españoles de bien” deberían tener a portar armas de fuego para protegerse de tanto bicho malo que anda suelto. En uno de los países más seguros del mundo, todavía hay quienes parece que no se han dado cuenta de lo que ocurre en otros lugares en los que cualquiera puede adquirir un rifle como quien compra un ficus. Se avala la necesidad de ampliar cuanto antes la regulación de la legítima defensa, diciendo que no es admisible que se castigue como homicida a quien abate al presunto ladrón que entra en casa. Se defiende que cada ciudadano, llegado el caso, ejecute al culpable no juzgado. Se aspira a que en España haya gente que tenga armas para defenderse de gente que tenga armas para defenderse... ¿de quién y hasta donde?

Resulta preocupante que todo esto se plantee apelando a la decencia e integridad del ciudadano para hacerle acreedor de un gatillo, quién sabe si evocando un pretérito “sano sentimiento del pueblo” que llevó al holocausto a millones de personas. Supongo que esa reforma tan urgente de la legítima defensa habría de indicar en qué ventanilla se obtiene el carnet de probo ciudadano —español, por supuesto— que nos habilite para portar una Smith & Wesson. Qué cosas tiene la superioridad moral, madre de todos los dictadores que se han instalado en nuestras vidas manipulando los miedos y las esperanzas ciudadanas.

Hace casi cuarenta años, los parlamentarios de todo color decidieron, por aclamación, que los funcionarios de prisiones no portaran armas de fuego, pues el riesgo manifiesto de que haya pistolas intramuros excede con creces al presunto beneficio de asegurar la defensa extrema frente a los internos. Y ahora vienen con esto.

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