El desgobierno del Gobierno

Viernes, 25 de marzo 2022, 04:00

Una de las sensaciones que tengo a la hora de escribir es que el Gobierno es como un barco a la deriva. Ahí van algunos ... ejemplos. Cinco días después de la macro manifestación del campo y el mundo rural en sentido amplio, que tuvo lugar el domingo en Madrid, ningún miembro del “desgobierno” de Pedro Sánchez se ha puesto en contacto con los organizadores de la misma, a pesar de la importancia de la protesta. En un país normal, por ejemplo, Francia, lo más probable es que el propio presidente de la República, en este caso Macron, hubiese cogido el teléfono y llamado a los responsables de la convocatoria para enterarse de lo que está pasando y poner remedio a los males que aquejan a este sector. Pero, aquí, nada de nada: ni Pedro Sánchez se ha dignado, ni tampoco los ministros más directamente afectados.

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Otro ejemplo: hay una plataforma que ha convocado los paros en el sector del transporte por carretera a la que “el desgobierno” de Sánchez no reconoce como interlocutora. Pero resulta que los miembros de la misma, y otros que se han sumado, han causado por las buenas y por las malas un importante problema económico, que puede ir a más. Han demostrado su fortaleza y digo yo que habrá que tener en cuenta a la dichosa plataforma, guste o no guste. Pues no señor. “El desgobierno” de Sánchez se reúne solo con los que considera interlocutores válidos. Supongamos que se llega a un acuerdo con ellos: ¿Qué va a pasar si los díscolos mantienen sus medidas de presión? Otro ejemplo: “el desgobierno” de Pedro Sánchez ha decidido que hasta la semana que viene, después de la Cumbre Europea de ayer y hoy, no presentará un paquete potente, eso dicen, de medidas para hacer frente a la crisis actual. ¿Por qué esperar tanto, dejar que se pudra la situación y que se disparen los perjuicios de carácter económico y social provocados por el paro de los transportistas por carretera? Y ojo, porque los de autobuses, grúas, y ambulancias amenazan con sumarse a las protestas, lo mismo que colectivos de agricultores y ganaderos, que siguen movilizados en diferentes provincias.

Otro ejemplo más: lo del Sahara. Una de las principales preocupaciones en Bruselas es garantizar a corto y medio plazo el suministro de gas natural para los Estados miembros. Pues bien, en este contexto no se entendía muy bien el paso dado por Pedro Sánchez, que no ha gustado en Argelia, salvo que su reacción haya sido un paripé, y que es el principal suministrador de gas de España. ¿A quién se le ocurre hacer eso ahora mismo?: esta era la pregunta que se hacían en la capital comunitaria. Y, mientras tanto, de vuelta aquí, cada día que pasa aumenta la desconfianza de los ciudadanos plasmada en las imágenes de los lineales vacíos de algunos productos como la leche. Es explicable porque “el desgobierno” había dicho que el suministro estaba garantizado.

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