Salvar a la oveja negra, el objetivo de estos dos jóvenes salmantinos

Los vecinos de Zorita de la Frontera, una localidad de la comarca de Peñaranda, fueron testigos hace unos meses de la llegada al pueblo de unas ovejas un tanto curiosas y alejadas de la imagen “normal” del ganado ovino que han visto toda su vida en esta zona de la provincia salmantina.

Anabel González y Néstor Conde, una joven pareja con raíces familiares en la localidad, son los propietarios de los primeros ejemplares de merina negraque ven a diario los zoriteños en varios de los solares vallados del pueblo. “Es una variedad que se fue dejando de ver en las últimas décadas hasta el punto de que quedan muy pocas en España, no son comunes, y de hecho está catalogada como una raza autóctona en peligro de extinción”, comenta Néstor.

Sus primeros pasos en el reto de salvar y recuperar a la oveja negra, más allá de los típicos refranes castellanos, han hecho que la pareja inicie la aventura con apenas una decena de merinas aunque no descartar ir ampliando el número en un futuro.

“No requieren mucho mantenimiento de continuo e incluso están limpiando los corrales y cercados del pueblo donde nos dejan tenerlas para que coman la hierba”, añade el joven.

Su apuesta por Zorita de la Frontera, un pueblo con unos 160 habitantes censados, les ha llevado además a crear una yeguada que compaginan con las ovejas. “Trabajamos fuera en otros sectores pero siempre nos ha gustado el pueblo y no queremos perder el vínculo por lo que pretendemos seguir aquí y buscamos algo que nos gusta a los dos, como son los animales”, comenta la pareja.

Lo que algunos podrían calificar de locura, ellos lo ven y disfrutan como una auténtica pasión y encuentran la felicidad cada día que pasan en Zorita rodeados de ovejas y caballos.

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