La espectacular campaña del pantano de Santa Teresa

El agua ha acompañado esta temporada a los agricultores y a los ganaderos y eso ha favorecido la cosecha, el ahorro en ganadería y ahora el poder apurar los últimos días de una temporada de riego sin contratiempos. Las reservas del embalse de Santa Teresa, el principal de riego y del que se abastecen de agua entre otros municipios Salamanca capital, se encuentra ahora en uno de sus años de máximos de septiembre.

Con 286,8 hectómetros cúbicos y al 57,8% de sus 496 hectómetros cúbicos de capacidad, en las últimas 10 campañas el agua almacenada solo fue mayor en esta fecha durante 2010 -guardaba 291,2 hectómetros cúbicos- y en el extraordinario 2018, cuando se encontraba al 67,7% de su capacidad -11 puntos más que ahora- y con 340,5 hectómetros cúbicos, 76,6 por encima del nivel actual. Sí ha habido máximos en septiembre superiores a los 286,8 hectómetros cúbicos actuales, además de estos dos años, también en 2014 y en 2011.

El 30 de septiembre acabará oficialmente la campaña de riego y las reservas de agua permitirán afrontar una campaña normal salvo un invierno caluroso y sin agua, lo que ahora mismo es impensable. Lo normal es que el embalse aumente sus reservas de agua a partir de octubre para llegar al 1 de abril aún en mejores condiciones que ahora. No obstante, todo parece indicar que la campaña terminará con el embalse de Santa Teresa por encima de esos 250 hectómetros cúbicos y solo con ellos podría empezar en abril la capaña con normalidad, porque son las reservas mínimas exigidas por la CHD para garantizar abastecimiento y riego. Según las últimas campañas, el regadío necesita una media de 125 hectómetros cúbicos.

La intención de agricultores de distintas comunidades es pedir dar riegos esporádicos a partir del 30 de septiembre, sobre todo para poder cosechar mejor las patatas y ayudar al nacimiento de la colza. Parece que no habrá problemas en que sea así porque la campaña pasada, con menos de 190 hectómetros cúbicos el 30 de septiembre, la CHD accedió.

La campaña empezó el 1 de abril con 409 hectómetros cúbicos en Santa Teresa y ahora tiene 122,2 menos (286,8). El agua de Santa Teresa no solo es para regadío, también para abastecimiento de población y parte también se evapora.

En julio, en pleno riego de maíz y patatas perdió 74 hectómetros cúbicos; 55 en agosto y 31 en junio. La sorpresa fue que, por las lluvias, subió 47 en abril y otros 2 en el mes de mayo.

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