Juan del Álamo ya piensa en San Fermín

»¿Llegaré a Pamplona?». Fue lo primero que le preguntó Juan del Álamo a sus íntimos cuando entraron a verle a la habitación del hospital de la Fundación Jiménez Díaz, donde el domingo pasó la noche en observación para descartar las posibles lesiones craneales temidas en un primer momento -fruto del tremendo impacto en el ruedo y del pezuñazo que le propinó el toro cuando lo tuvo a merced en el suelo- y que en aquel mismo centro, ya entrada aquella madrugada, fueron descartadas. Al día siguiente, lunes por la mañana, volvió al Hospital de Majadahonda (Madrid), donde fue trasladado inicialmente tras ser operado en Colmenar Viejo y donde se sigue recuperando de la grave cornada de 15 y 25 cm de extensión en el muslo izquierdo que le dejó fuera de combate de la final de la Copa Chenel, celebrada el domingo en La Corredera.

 «La cornada provocó graves y grandes destrozos musculares; ha sido muy amplia pero no tocó ninguna de las femorales, rozó pero por fortuna no lastimó. Esa ha sido la gran suerte, porque la cornada en sí y la trayectoria pudo afectar a una zona muy delicada», comentó el doctor Enrique Crespo, que le operó de urgencia en la enfermería de la plaza. «Esos destrozos le va a costar recuperarlos», advierte el cirujano, aunque abre una puerta a la esperanza para poder llegar a tiempo a esa cita del 8 de julio en San Fermín, que es una fecha crucial para Juan del Álamo: «La clave es que no surjan complicaciones estos primeros días, si todo va bien, sabiendo de la importancia del festejo, de lo que supone en su carrera y de la mentalidad, el espíritu de superación de los toreros, yo creo que sí podría llegar, aunque si lo logra lo va a hacer mermado. Hay que esperar y ver...», confiesa el doctor Crespo.

El propio torero quiere agradecer la labor del doctor Crespo así como las muestras de ánimo y apoyo recibidas tras la cornada. Así lo hizo desde la cama del hospital, donde atendió la llamada de LA GACETA, afirmando que se encuentra «muy dolorido, pero con ganas de que se pasen estos días para empezar ya a preparar la cita de Pamplona». Las dos primeras noches las pasó sin fiebre y eso es una gran noticia, aunque ahora ha aparecido una inflamación en las cervicales producto de la terrible caída y la paliza que le propinó Agresivo, el toro de Ángel Luis Peña. La de Colmenar Viejo es su segunda cornada, la primera fue en Albacete en su etapa de novillero.