Instante en que el joven es detenido tras enfrentarse con los policías. ALMEIDA

«No a la tala, soy un árbol más»: juicio al detenido por agredir a varios policías durante la polémica tala de árboles de la plaza del Oeste

La Fiscalía pide para el acusado un año y medio de cárcel y 2.160 euros de multa por atentado y lesiones a cuatro agentes. El joven, de 23 años, fue reducido tras agarrar a un policía y derribarlo, coger del chaleco antibalas a otro y romperle la camisa del uniforme a otro más

M. C.

SALAMANCA

Martes, 8 de julio 2025, 12:39

«No a la tala, soy un árbol más». Este jueves se celebra en el Juzgado de lo Penal número 2 de Salamanca el juicio contra el joven que fue detenido durante la polémica tala de árboles en la plaza del Oeste, un operativo que generó gran tensión entre vecinos, asociaciones y el Ayuntamiento. La Fiscalía le acusa de un delito de atentado contra los agentes de la autoridad y de tres delitos leves de lesiones. Pide para él un año y medio de prisión por el primero y 2.160 euros de multa por los otros tres, además de las correspondientes indemnizaciones a los policías lesionados.

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Los hechos ocurrieron el 22 de octubre del pasado año 2024, cuando el Ayuntamiento de Salamanca ejecutó la retirada de árboles en la emblemática plaza del Oeste por motivos de seguridad. Desde primera hora de la mañana, varios vecinos y miembros de la asociación ZOES se concentraron en la zona para protestar por la tala, que consideraban innecesaria pese a los informes técnicos del Consistorio. La concentración no fue comunicada a la Subdelegación del Gobierno y derivó en momentos de tensión que motivaron la intervención de varios agentes de la Policía Nacional.

Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, sobre las 08:45 horas de esa mañana, el acusado, de iniciales E.R.L., participaba junto a más personas en la protesta cuando los agentes le ordenaron que se apartara del cordón policial. En lugar de obedecer, el joven agarró a uno de los agentes, tuvo que ser retirado por otro, al que también agarró por el chaleco antibalas para intentar derribarlo, y posteriormente cogió por el cuello a un tercero, logrando tirarlo al suelo y llegando a romperle la camisa del uniforme. Además hizo ademán de golpear con el puño en la cabeza a otros efectivos. La detención se produjo tras varios forcejeos, durante los cuales el acusado opuso resistencia.

El suceso generó un fuerte debate social. El Ayuntamiento defendió la tala apoyándose en informes técnicos que alertaban del mal estado de los perales de Callery, alegando peligro para los viandantes por posibles caídas de ramas. «Todos somos muy verdes, pero tenemos que ser responsables», declaró entonces el alcalde, Carlos García Carbayo.

Por su parte, desde la asociación vecinal ZOES se denunció la falta de diálogo y se criticó que el Consistorio no tuviera en cuenta otros informes que descartaban una tala masiva. La presidenta, Inmaculada Cid, fue señalada por la Policía como responsable de permitir que la protesta se descontrolara.

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Durante la concentración se escucharon cánticos como «No a la tala» y «Soy un árbol más», lemas que se convirtieron en símbolo de la movilización vecinal que intentó, sin éxito, frenar las motosierras.

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