Entre los motivos vegetales y animales que decoran este arcosolio de la capilla de Jesús Nazareno, el elefante podría rememorar el paso de la comitiva lusa en 1549. LAYA

¿Está Suleymán en la Catedral?

El elefante tallado -entre otros animales- en la capilla de Jesús Nazareno podría evocar la travesía del «regalo real» por Salamanca

Roberto Zamarbide

Salamanca

Domingo, 27 de octubre 2024, 12:09

El asombroso viaje el elefante que cruzó la provincia desde Portugal hacia Valladolid no dejó testimonios escritos detallados de los que haya constancia, pero su llegada a Viena, capital del Sacro Imperio Romano Germánico, multiplicó su fama por el mundo cristiano conocido. Alli, artistas como Michael Fuchs o Michael Minck fueron algunos de los primeros que lo inmortalizaron en sus grabados, e incluso su figura protagonizó una moneda acuñada en la Corte tras la muerte del paquidermo en 1553.

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Parece evidente que el impacto de la egregia comitiva encabezada por el archiduque Maximiliano II dejó huella a su paso por varias localidades de Centroeuropa, en las que el elefante causó verdadero impacto. No parece que fuera así en España, donde probablemente nunca antes se había visto a tan exótico animal. Pero hay un detalle en la catedral de Salamanca que podría reinterpretarse a la luz del viaje del elefante por nuestra provincia.

Al igual que sucede en otros templos y en la misma Catedral Nueva, los animales exóticos suelen formar parte de la iconografía que decora elementos arquitectónicos, como sucede con los arcosolios de la capilla de Jesús Nazareno. Entre la mejor colección de pintura italiana de toda la seo se puede ver, entre otros animales como perros y aves, el relieve de un elefante. «Los artistas tomaban como referencia los bestiarios medievales, y esas imágenes se van repitiendo en nuestros templos hasta el siglo XVI», señala Raúl Benito, historiador del Arte y técnico de la Catedral.

No se ha podido determinar la autoria de las figuras de la capilla de Jesús Nazareno, otro de los muchos misterios que los historiadores siguen investigando. Pero a la luz de la constancia histórica del paso de un elefante por la Salamanca de 1549, Raúl Benito no descarta que el misterioso artista se inspirase en este viaje o en sus recreaciones. «Desde luego, no es algo descabellado. Esa parte de la Catedral fue construida a finales del siglo XVI, y el autor pudo ver pasar al elefante«.

No es este el único paquidermo representado en una catedral salmantina.La seo de Ciudad Rodrigo cuenta también en la sillería del coro con una talla de otro elefante, pero en este caso Rodrigo Alemán, su autor, sí que debió inspirarse en bestiarios medievales porque su obra fue realizada en el siglo XV, mucho antes dela llegada de Suleymán.

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