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A subasta la 'fábrica de los horrores'

Las ruinosas naves de la vieja alcoholera de Tejares buscan nuevo propietario. Son casi tres hectáreas de terreno que durante años han sido escondite del sexo, el alcohol y las drogas y hoy son hogar de un indigente

Jueves, 2 de octubre 2025, 06:00

Ajeno a que el destartalado techo bajo el que se refugia busca un nuevo dueño, un indigente tendía este miércoles su ropa en el exterior de la «fábrica de los horrores». En la decrépita alcoholera que hace siete años el Ayuntamiento de Salamanca se planteó adquirir para convertirla en un centro de interpretación del Tormes, la ruina ha continuado avanzando y los grafitis, la basura y los escombros que acumula no han dejado de aumentar. Después de décadas sin uso, convertida en hogar de sin techo y escondite de droga, sexo y alcohol, la antigua fábrica de Tejares busca propietario. Ante la presión de deudas y facturas, los dueños, tres hermanos y la Junta de Compensación de Seguros —que se hizo con una cuarta parte de la propiedad por ejecución de un embargo—, han procedido a subastar la finca.

El «trozo de terreno», como se define en el Boletín Oficial del Estado, que se subasta cuenta con una superficie de casi tres hectáreas, situada frente a las piscinas municipales de Tejares, junto a Buenos Aires. Dentro de esta parcela que limita con la avenida de Juan Pablo II, «fueron edificadas unas construcciones destinadas a la elaboración de vinos y la fabricación de alcoholes y aguardientes», señala el anuncio. Prueba de ello, son las montañas de botellas vacías que se acumulan en algunas de sus estancias.

Pero, ¿cuánto puede costar hacerse con esta construcción? Aunque el valor estimado de la propiedad supera el millón de euros, la puja mínima se ha fijado en 777.000 euros, cantidad a partir de la cual los interesados podrán hacer sus ofertas. No obstante, el terreno no llega libre de cargas. Conforme a la documentación adjunta al anuncio de subasta, sobre la parcela de la antigua destilería pesan una decena de anotaciones preventivas de embargo tanto de la Tesorería General de la Seguridad Social como del Ayuntamiento de Salamanca y de una sociedad de inversión europea.

Aunque, cuando iniciaba la ejecución de la estrategia de desarrollo sostenible Tormes+, en la que invirtió casi veinte millones de euros, el Gobierno municipal de Carlos García Carbayo se interesó por este edificio como opción para convertirlo en centro tecnológico o de interpretación, los contactos con la familia propietaria no fructificaron. Y hoy, consultado por este periódico, el Ayuntamiento manifiesta no tener ningún tipo de interés por esta construcción. En mayo de 2018, la administración local llegó a publicar un anuncio por el que comunicaba a sus propietarios su intención de embargar estas instalaciones y el solar en el que se levantan si no saldaban una deuda de 4.768 euros con las arcas municipales. Por ello, les llegó a reclamar el título de propiedad.

Ante los riesgos que entrañaba que los indigentes se colasen en la antigua fábrica, en 2018 Urbanismo también emitió varias órdenes reclamando que se sellasen puertas y ventanas para reducir los peligros que entrañaba el deteriorado estado de la alcoholera. Los propietarios limpiaron entonces los terrenos y tapiaron las naves para evitar que los sin techo y los vándalos continuasen colándose en el interior. Pero siete años después, las medidas que se adoptaron entonces han quedado obsoletas. Pese a los peligros para la salud que conlleva vivir en un lugar con tantos escombros y basura acumulada, una persona sin recursos ha convertido las viejas instalaciones en su hogar.

Pero la alcoholera no es la única construcción abandonada en este pequeño polígono que se alza frente a Buenos Aires. Limitan con ella las naves de una antigua panificadora, cuyo destartalado interior también se encuentra lleno de escombros y residuos. Hace siete años fue también objeto de múltiples requerimientos por parte de las áreas de Hacienda y Urbanismo del Ayuntamiento. Sin embargo, continúa en un total estado de abandono.

Hay una parte de la ruinosa alcoholera de Tejares, que, con independencia de quien sea su propietario, tendrá que mantenerse. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Salamanca incluye en su catálogo de elementos protegidos la alta chimenea industrial de la antigua fábrica. Construida el pasado siglo en ladrillo, «constituye un hito visual en las afueras del antiguo núcleo de Tejares», según recoge el documento que le dota de protección integral.

Junto a la antigua alcoholera se conservan los esqueletos de viejas fábricas abandonadas, entre las que se encuentra una panificadora. Las construcciones están en un estado ruinoso y amenazan con venirse abajo. En su interior, al que se puede acceder sin dificultad y de hecho así lo hacen indigentes y vándalos, se acumulan toneladas de escombros y basura, que pueden generar problemas de salud pública.

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