«Ya no es sensacionalista decir que podemos curar a pacientes con mieloma múltiple»
«Ofrecemos supervivencias libres de recaída de hasta 17 años», asegura María Victoria Mateos, hematóloga del Hospital de Salamanca
Cada 5 de septiembre se celebra el Día Mundial del Mieloma Múltiple, pero la edición de 2025 es especial: una de las más optimistas que se recuerdan en cuanto a la posibilidad de que esta enfermedad sea curable. La hematóloga del Hospital de Salamanca, María Victoria Mateos -número uno del mundo en el campo del mieloma múltiple- incide en que ya no es sensacionalista afirmar que esta enfermedad ha dejado de ser una sentencia de muerte.
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En un ámbito con tanto potencial investigador como el del mieloma múltiple, ¿qué ha cambiado en 2025 respecto a 2024?
—No es sensacionalista, sino realista, decir que a los pacientes con nuevo diagnóstico les podemos ofrecer supervivencias comparables a la expectativa de vida de su edad. La excepción será un grupo de pacientes de características de mal pronóstico. Estamos en el momento de poder decir que podemos curar a los pacientes con mieloma múltiple. Este 2025 no será sensacionalista decir que les podemos curar.
En los últimos años, los titulares eran «ojalá pronto podamos decir que el mieloma es curable». Ahora lo está diciendo.
-Sí, porque ahora los mielomas de nuevo diagnóstico se combinan con tratamientos cuádruples con inmunomoduladores, inhibidores, anticuerpos monoclonales y con trasplante en pacientes jóvenes. Con un mantenimiento combinado con anti-CD38, la supervivencia libre de progresión esperada -lo que va a durar la respuesta a ese tratamiento- son ya 17 años. En las personas mayores, que por su edad no pueden recibir un trasplante, les ofrecemos un tratamiento continuado con supervivencia de unos nueve años. Quiere decir que durante muchos años tendremos a pacientes curados. Si añadimos otros tratamientos que usamos ya en España desde la primera recaída, vemos que hablar de curación es bastante realista.
Parece que soñar con la curación y hablar de curación ha sido casi de un año para otro.
-Porque empezamos a tener resultados de los ensayos clínicos que teníamos abiertos en estos pacientes con estas combinaciones cuádruples de terapias. Esto se suma a que ahora caracterizamos mejor a los pacientes y evaluamos su respuesta al tratamiento de manera más precisa. Es la mezcla de factores para decir que estás curado y, además, necesita seguir a ese paciente para estar seguro de que no haya enfermedad. Hasta hace poco no teníamos herramientas tan sensibles para pedirlo. Ahora sí. No teníamos tratamientos tan buenos. Ahora sí.
Cuando habla de pacientes y jóvenes, ¿qué se entiende por jóvenes?
-Joven es hasta los 65 o 70 años, porque es una edad en la que aún pueden recibir un trasplante de médula. Si le ofrecemos una supervivencia de 17 años coincide con la expectativa de vida. El paciente que consideramos 'mayor' tiene una edad media de 72 años y también le ofrecemos una supervivencia de 9 años.
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Hablamos de 17 y 9 años de supervivencia, pero ¿son años de una vida 'penosa' o una vida de calidad?
-Son años de calidad de vida y sin recaídas. Nos importa la cantidad, pero también la calidad, que es extremadamente importante porque ahora y empiezan a preocupar otras cosas. En este nuevo contexto, el paciente se preocupa ya por otras enfermedades que puedan aparecer, se preocupan por irse de vacaciones, hacer planes con la familia… Son aspectos a los que antes no le daban tanta importancia porque se centraban, por decirlo de algún modo, en no morir. Ahora les dices que van a vivir y que van a vivir bien, así que plantean la vida de otra manera.
¿Hay alguna de esas nuevas terapias que no se pruebe o utilice en Salamanca?
-Afortunadamente aquí tenemos de todo. Los fármacos más novedosos pueden empezar en exclusiva en Estados Unidos, pero en cuanto saltan a Europa, e incluso durante los ensayos, España -y Salamanca en concreto- siempre están entre los primeros en tenerlo a disposición.
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Siempre recalca la importancia del nuevo diagnóstico en paciente asintomático. ¿Cuál es el método por el que se detecta un mieloma en un paciente sin síntomas?
-Casi siempre se detecta mediante análisis de rutina. Los médicos que interpretan una analítica pueden ver que las proteínas totales están altas. Cuando les llama la atención, proceden a pedir un trazado electroforético y ahí empieza el diagnóstico del mieloma asintomático. En algunas empresas, los controles de salud ya incluyen las proteinogramas y regularmente les hacen análisis, que es otra manera de detectar casos asintomáticos.
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