Sanidad activa la alerta roja por temperaturas extremas en la provincia de Salamanca
El Ministerio sitúa a todo el territorio en el máximo nivel de alerta, a excepción de la zona de la sierra
La segunda ola de calor del verano ya empieza a notarse en gran parte de la provincia de Salamanca. La Agencia Estatal de Meteorología mantendrá activo al menos hasta mañana el aviso amarillo —este indicativo se coloca para un máximo de 48 horas— por altas temperaturas. Ayer se alcanzaron los 37 grados en la estación de Salamanca, aunque se prevé que las máximas de este episodio caluroso vayan subiendo gradualmente durante el fin de semana.
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El Ministerio de Sanidad ha elevado a riesgo alto (el rojo, máximo nivel en el protocolo ) a la provincia de Salamanca, a excepción de la zona de la sierra que se encuentra en una situación de bajo riesgo (amarillo). Cuando la alerta se sitúa en este nivel se hace especial énfasis en prestar atención a las personas mayores, embarazadas y menores de 4 años, personas con enfermedades crónicas y personas que trabajan al aire libre y son más susceptibles a las temperaturas. No se alcanzarán los 42 grados de otras zonas del país, pero ello no implica que haya menos riesgo, ya que en función del territorio hay umbrales distintos.
Desde el Ministerio recuerdan que «el calor extremo perjudica seriamente la salud». Por ello, las autoridades recomiendan beber agua con regularidad, mantenerse fresco y evitar la exposición directa al calor en las horas centrales del día. A diferencia de los avisos de la Aemet, que tienen un enfoque más general y afectan a sectores como la agricultura, las infraestructuras o la gestión de emergencias, este mapa está pensado para prevenir daños en la salud de las personas. De este modo, el nivel de riesgo se circunscribe de un modo más concreto al territorio ya que una provincia puede tener una meteorología.
Otra de las herramientas utilizadas por el Ministerio de Sanidad es el índice Kairos, que proporciona alertas de mortalidad asociadas a un exceso o defecto de la temperatura. Salamanca se encuentra el viernes en naranja (riesgo moderado) y el sábado en rojo (riesgo alto).
De hecho, solo Madrid y Pontevedra tienen un nivel más alto. Uno de los parámetros de los que se tiene en cuenta es el envejecimiento de la población, donde Salamanca tiene una media de edad muy alta.
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Con estos datos, la previsión del índice Kairos señala que la probabilidad del aumento de muertes asociadas al calor en Salamanca será del 48% el viernes y del 70% el sábado cuando se esperan temperaturas cercanas a los 40 grados. El resto de la semana estará entre el 10 y el 30%.
15 muertes atribuibles al calor
De carácter predictivo, también existe desde hace algunos años el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), una herramienta de vigilancia de la mortalidad por todas las causas, que analiza las circunstancias anómalas y que pone cifras a los decesos atribuibles a las temperaturas, ya sean por exceso o por defecto.
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En lo que va de verano, hay 15 muertes atribuibles a las altas temperaturas en la provincia. La mayoría se produjeron en el inicio del mes de julio, coincidiendo con las temperaturas extremas que se vivieron durante la primera quincena, ya que en el final del mes el descenso de las mínimas facilitó el descanso tanto por la noche como en las primeras horas del día.
La mayoría de estas defunciones, según la estimación del instituto de Salud Carlos III ha sido en mayores de 85 años (11 casos), 3 en personas entre los 75 y los 84 años y uno entre los 65 y los 74 años.
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El Instituto Carlos III constató como uno de los peores veranos el de 2022 con 95 fallecimientos atribuidos a las altas temperaturas. Coincide con que se trató como el más cálido de la historia combinado con siete noches tropicales, que no permitían el descanso, la temperatura media más alta desde que hay registros y tres jornadas consecutivas con más de 40 grados. Todos los fallecimientos se registraron entre el 1 de mayo y el 17 de agosto. Si se compara con los últimos años, en 2024 se produjeron 37 fallecimientos por altas temperaturas, mientras que en 2023 fueron 44 las muertes asociadas al calor extremo. Pese a la multitud de avisos que se producen durante el verano, lo cierto es que el frío polar causa en Salamanca el triple de muertes que el excesivo calor.
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