Salamanca regala un manto de flores a su patrona en su día grande
La Virgen de la Vega fue vestida por primera vez con hortensias naturales
Ya es tradición que cada siete de septiembre, las flores, los trajes y el folclore se conviertan en el mejor lenguaje para honrar a la patrona de la capital del Tormes. Más de medio millar de personas desfilaron este domingo junto a la Virgen de la Vega, desde la iglesia del Arrabal, hasta la Catedral ataviadas con espectaculares trajes charros, auténticas joyas de la artesanía serrana. Algunos de ellos con siglos de historia han pasado de generación en generación, como un legado que se guarda en el baúl y se estrena con orgullo en días como este. Con frondosos ramos en la mano —de rosas, claveles y margaritas—, los integrantes de la comitiva han llenado de color las calles más céntricas. En esta ocasión, tampoco ha faltado la presencia de la corporación municipal.
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Ha sido la primera vez para la salmantina Catalina García, que portaba un diminuto traje de charra al que no le faltaba detalle. Con solo un año y medio, disfrutaba de la música y los bailes desde su carrito. A su lado se encontraban sus padres, también vestidos con el traje tradicional, que orgullosos llevaban de la mano a su otro hijo de tres años, Manuel García. «Tenemos mucha devoción a la Virgen de la Vega, yo ya me vestí cuando era pequeña y nuestro sueño era poder vestir a toda la familia y honrar a la patrona en un día como este», ha explicado la madre, la salmantina María Marquina. Su marido, Andrés García, ha asegurado a este medio que su familia también había participado en otras ocasiones en la ofrenda floral: «Es una tradición que tendría que pasar de generación en generación», ha reconocido.
Juan Manuel Hernández también ha acudido junto a sus nietos de dos y cinco años, Lucas y Martín. «Mi hija y mi mujer han salido otros años, pero yo me he animado por primera vez para venir con mis nietos», ha asegurado.
Feli Cañada, conocida modista salmantina y especialista en trajes charros, encabezaba el cortejo y portaba una preciosa capa charra completamente bordada: «Es la primera capa charra que se puso una mujer y me la hice yo, antes las mujeres no la usaban. Fui pionera», ha explicado a este medio. La salmantina, a sus 90 años, sigue disfrutando de cada cortejo como si fuese el primero. «Desde las ocho de la mañana estoy vistiendo a gente. He ido a casa, me he puesto la capa charra y he salido, sin comer», ha reconocido. «Siempre merece la pena», comenta ilusionada.
El recorrido ha concluido en la Plaza de Anaya, donde se ha llevado a cabo la ofrenda floral a la Virgen en el atrio de la Catedral en presencia del Obispo de la ciudad, José Luis Retana. La cita fue organizada por la Asociación Traje Charro.
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