Rendidos a Papá Noel y al mundo de hielo, así ha sido la cabalgata en víspera de Navidad
Pequeños y familias se rinden a la fantasía, el mundo mágico y de cuento que recorrió las calles de Salamanca
La Cabalgaza ha brindado este viernes a los niños y a las familias salmantinas una dosis anticipada de fantasía, mundo mágico e ilusión con la comitiva de seis carrozas que acompañaron a Papá Noel por el centro de la ciudad. Leche Gaza y el Ayuntamiento de Salamanca han organizarado este primer pase de los previstos en Castilla y León, por lo que supuso la presentación oficial de la gran carroza dedicada a Frozen que se ha esternado este año, así como varios trajes que representan a los coros victorianos de villancicos.
Especialmente los más pequeños no han podido contener la emoción al paso de las seis carrozas que han representado un cuento en tres actos. El primero que ha recreado el mundo de hielo protagonizado por Elsa, la princesa de Frozen y Gazi, la mascota de la organización. El segundo, por los cuentos clásicos que este año fueron encarnados por La Cenicienta y Peter Pan. Ha cerrado la comitiva Papá Noel rodeado de duendes, carteros y juguetes, todos ellos junto a un gran árbol de Navidad. La comitiva ha partido a última hora de la tarde de la plaza de Colón para recorrer la Gran Vía y dirigirse hacia la Plaza Mayor por la calle Azafranal. Cuando han llegardo a la plaza de Santa Eulalia ha reinado el silencio más respetuoso, dado que se reservó este espacio como «zona sin ruido». Por eso se han atenuado los estímulos luminosos y acústicos, atendiendo a las demandas de las familias de niños con trastorno de espectro autista, entre otras.
El momento álgido del recorrido se ha producido cuando la Cabalgaza ha entrado en la Plaza Mayor y, en concreto, cuando ha hecho acto de presencia Papá Noel. Para facilitar la asistencia al acto a personas con movilidad reducida se les ha reservado un espacio entre la fachada principal del ágora y la calle Concejo. Ha sido la segunda vez que el cortejo de Papá Noel ha recorrido las calles salmantinas precedido por un equipo de limpieza que antes del evento barrió el itinerario, mientras que en el cierre del desfile se apostaron sopladoras y barredoras para dejar impolutas las calles. En las caras de los niños se pudo constatar asombro, sorpresa y entusiasmo, además de alegría con el reparto de caramelos, soportando estoicamente las gélidas temperaturas de este viernes, especialmente durante el tramo final del evento.
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