El 64% de la provincia, obligada a tomar medidas por el alto riesgo de gas radón
El Consejo de Seguridad Nuclear señala a 233 municipios por el elevado nivel de este gas. Se exige que haya mediciones en edificios y zonas de trabajo con sótanos y plantas bajas
Salamanca es la provincia de Castilla y León más afectada por la presencia de gas radón en sus construcciones, y una de las que ocupa los primeros puestos a nivel nacional, según confirma el último informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Este documento tiene la particularidad de señalar de manera oficial, municipio por municipio, dónde es obligatorio —y dónde solo recomendable— medir y controlar la exposición al gas radón en los centros de trabajo.
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Para definir la situación de Salamanca, es más sencillo resumirlo apuntando que, de los 362 municipios que componen la provincia, solo hay dos que no están incluidos en el informe del CSN: Florida de Liébana y Forfoleda. Los otros 360 municipios han sido catalogados en la zona 1 —donde se recomienda la medición del nivel de gas— o en la zona 2, donde será obligatorio medir los niveles de exposición porque están consideradas de especial riesgo, puesto que tienen niveles superiores a 300 becquerelios por metro cúbico, que es una unidad de medida de la radiactividad.
En concreto, hay 127 municipios salmantinos incluidos en la zona 1, mientras que los catalogados como zona 2 ascienden a 233, un 64 % de la provincia.
Hace aproximadamente un año que entró en vigor la norma que exige medir el gas radón en zonas de especial riesgo, y el mapa recién presentado lo que hace es señalar de manera inequívoca dónde hay que empezar a aplicar esta exigencia: una medición que, según explica el Consejo de Seguridad Nuclear, debe realizarse durante un periodo mínimo de tres meses y, a ser posible, durante el periodo que va de octubre a mayo, porque se dan las condiciones climáticas propicias para que el radón se acumule en espacios cerrados.
La normativa nacional pone el acento en los lugares de trabajo que se encuentran en sótanos y plantas bajas, que son los niveles en los que el gas alcanza altos niveles de concentración, aunque los distintos materiales de construcción empleados en ciertos edificios también pueden facilitar la alta concentración de este gas en pisos superiores.
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¿Hasta qué punto es preocupante la presencia de gas radón? El Ministerio de Sanidad lo define como un gas «noble, incoloro, invisible, insípido e inodoro, que está relacionado con el uranio».
La OMS también ha calificado como «agente cancerígeno» a uno de los isótopos radiactivos que posee este gas. No en vano, el radón desprende polonio, plomo y bismuto, que son factores de riesgo para el cáncer de pulmón en quienes lo respiran y que incrementan en un 16 % el riesgo de desarrollar este tipo de tumor.
Ventilación
Las recomendaciones de los especialistas para combatir la presencia del gas en los hogares y centros de trabajo inciden en la importancia de ventilar las estancias, sobre todo las de sótanos y garajes. También recomiendan cerrar las posibles puertas que conecten con estas plantas bajas y utilizar productos como yeso o masillas para sellar las grietas por las que se pueda filtrar el gas.
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Entre las principales causas de cáncer de pulmón, según la OMS
La exposición prolongada al gas radón se asocia con la aparición de cáncer de pulmón en miles de personas.
Los estudios y documentos publicados por la OMS en relación con la concentración de este gas en espacios interiores señalan que es la segunda causa de cáncer de pulmón, solo por detrás del tabaco. La Organización Mundial de la Salud añade que es más probable que el radón provoque cáncer de pulmón en personas que fuman o han fumado que en quienes nunca lo han hecho. Por otra parte, también es uno de los principales desencadenantes de tumores torácicos en aquellas personas que no fuman.
El gas radón surge a través de la desintegración radiactiva del uranio presente en rocas, suelo y agua subterránea; por eso alcanza mayores niveles de concentración en zonas subterráneas.
Desde el Complejo Asistencial de Salamanca se apunta que los responsables de Prevención de Riesgos Laborales ya están estudiando toda la normativa y trabajando para realizar las mediciones necesarias dentro de un edificio —el nuevo Hospital de Salamanca— que también cuenta con zonas subterráneas y está ubicado en un municipio —la capital de Salamanca— catalogado como zona 2.
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Prevención de Riesgos Laborales se apoyará en esta tarea en los profesionales del servicio de Radiofísica, que son los mayores especialistas en la medición de los niveles de radiación.
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