Nueva vida para el órgano de la Capilla de la Universidad
Se encuentra en estado «crítico» y será rehabilitado durante los próximos meses
El órgano de la capilla de San Jerónimo, del afamado Pedro Liborna Echeverría que se encuentra en estado «crítico» está siendo rehabilitado y estará listo para principios del año que viene. La Universidad de Salamanca, a través del Vicerrectorado de Cultura, Patrimonio y Sostenibilidad, ha iniciado la restauración de un instrumento que data del siglo XVIII y cuyos trabajos son posibles gracias a la concesión de la ayuda de la Fundación Inés Luna Terrero, tal y como explicaron la vicerrectora Matilde Olarte y la subdelegada del Gobierno y presidenta de la fundación, Rosa López.
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Ana Caramanzana Santamarta, organera y musicóloga, y Berchtold Soergel Zwoelfer, maestro organero y constructor de pianos y claves, son los responsables del Taller de Órganos y Pianos que llevará a cabo la restauración y aseguran que «aunque el órgano se encontraba en funcionamiento, sin embargo, presentaba algunos problemas graves, que aconsejaban una intervención integral».
De esta forma, para los organeros, los objetivos del proyecto son que el instrumento recupere su estado inicial y pueda cumplir la función para la que fue creado, es decir, sonar para el culto. Para ello, la conservación preventiva, curativa, arqueológica, estética e histórica, estarán presentes en todas las fases del trabajo, «para evitar minimizar el deteriorar de las partes que componen el órgano en su unidad visual, técnica y sonora».
Por su parte, Alejandra del Barrio Luna será la encargada de llevar a cabo la restauración de la caja del órgano, englobada en el proyecto integral de conservación curativa del instrumento. Entendida como un retablo adscrito a un instrumento musical, Pedro de Gamboa realizó en 1709 una estructura de madera de pino policromía al óleo en los planos y con dorado al agua en la decoración vegetal. Estructuralmente, la obra tuvo un ataque de xilófagos que afectó a los paneles de cierre de la caja, jácenas y jaldetas de la parte posterior, comprometiendo la estabilidad mecánica en ciertos puntos de la obra.
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