El milagro de Asdace: «Pensaba que no volvería a andar»

Socorro Hernández aprieta con fuerza la mano de su marido Ángel cuando trata de recordar el momento en el que se desvaneció. «Creo que estaba terminando de cocinar unas alubias» trata de recomponer sobre el vacío que se abrió en aquel momento.

Cayó inconsciente en la cocina y fue trasladada inmediatamente al Hospital donde estuvo un mes en coma, gran parte inducido por los daños que había provocado el aneurisma y el ictus. «Lo único imposible es aquello que no se intenta».

Las palabras de la Asociación Salmantina de Daño Cerebral Adquirido (Asdace) resuenan como un mantra en la cabeza de Socorro cuando recuerda cómo tras ser dada de alta no podía andar ni apenas vocalizar palabras. «Pensaba que nunca podría andar ni hablar», reconoce.

En el Día Mundial de esta lesión, Socorro agarra las manos de la educadora y recuerda la presión que recibía para dar cada paso. «Da un paso, aunque solo sea uno». Aquellas palabras le empujaban cada día. Confiesa que algunos días se cansaba de escuchar una insistencia que ahora agradece. «Que hubiera hecho sin ti», señala a la educadora.

Cinco años después ha recuperado la movilidad y el habla. «Solo cuando me pongo nerviosa siento que no puedo hablar», situación que no transmite cuando es entrevistada por un desconocido. Como Socorro decenas de usuarios de Asdace fueron recibidos ayer por el Ayuntamiento acompañados por el presidente de Asdace, Alicio Tolentino, y su coordinadora, Yolanda García. «¿Qué valor tiene poder orientarte para entrar en una sala de cine y ver una película? ¿Cuánto vale entender un panel con los horarios del transporte público?».

Los usuarios leyeron el manifiesto y solicitaron una Estrategia Nacional de Atención al Daño Cerebral Adquirido; que se elabore un censo completo del número de personas con esta lesión; que se cree la categoría diagnóstica «Daño Cerebral Adquirido», aplicable en el momento del alta hospitalaria; y que se incluya a la familia como parte beneficiaria del proceso de atención, y no sólo como parte colaboradora.

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