Un cliente compra el pan en La Tahona Delicatessen. ALMEIDA

«Incluso los jóvenes vuelven a la panadería»

La bajada del consumo del pan a nivel nacional, un 25% en la última década, en Salamanca no se ha notado: «El pan artesano sigue teniendo la misma demanda de siempre»

María Regadera

Salamanca

Lunes, 24 de noviembre 2025, 19:44

Los hábitos de consumo y las nuevas tendencias también afectan a la mesa. Los españoles han reducido su consumo de pan un 25% en una década, hasta los 28,89 kilos por persona y año (76,4 gramos al día). De acuerdo con los últimos datos de consumo alimentario oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación acumulados a marzo, hay, sin embargo, un síntoma de mejora en los últimos doce meses analizados, con un repunte del consumo del 3,2%. No obstante, en Salamanca los profesionales del sector no han notado una bajada tan acuciada y observan que el consumidor valora cada vez más la calidad del producto.

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«El pan artesano sigue teniendo la misma demanda que siempre; sin embargo, se ha notado un descenso importante en el consumo del pan precocido. Hubo un boom hace una década, pero ahora la cosa ha cambiado. Incluso los jóvenes vuelven a las panaderías de toda la vida», explica Cristina González, presidenta de los panaderos de Salamanca.

Se refiere a este «pan precocido» como un producto menos saludable. «Esos panes llevan una fermentación rápida y, a nivel nutricional, tienen peor calidad. Un pan lleva su tiempo de fermentación; se utiliza más masa madre, que es más sana para la microbiota, y menos levaduras», explica.

Los médicos incitan a los pacientes a llevar una dieta equilibrada, pero cada vez son más los usuarios de redes sociales que publican sus posts hablando de salud y alimentación. Esto es «un peligro», según González, si no cuentan con la formación adecuada. «Los videos del ayuno intermitente o de dietas milagro son peligrosos. Hay algunos que incluso llegan a retirar todo tipo de harinas», manifiesta.

Víctor Hernández, de La Tahona-Delicatessen, también ha percibido que los salmantinos valoran cada vez más su producto. «El consumo del pan está un poco demonizado, pero hay que diferenciar bien un pan de panadería elaborado como mandan los cánones de un pan elaborado de forma industrial, con harinas y levaduras de baja calidad», explica. El profesional asegura que un buen pan es «más digestivo» y «tiene beneficios muy importantes para la salud».

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En cuanto al precio, Hernández asegura que «se está vendiendo por debajo del precio que se debería cobrar. Necesitamos mano de obra para hacer el pan, comprar materias primas de calidad y pagar electricidad, entre muchos otros gastos. En Madrid, el pan de espelta triplica el precio al que yo lo estoy vendiendo aquí», reconoce. Por otro lado, la presidenta de los panaderos, Cristina González, recuerda que el precio se ha mantenido prácticamente estable a lo largo del año. «A principios de 2025, casi todos los negocios tuvieron que subir el producto un 5%. Los que mantuvieron su precio anterior, posiblemente lo suban a principios de este año. En una barra de un euro, equivale a cinco céntimos», especifica.

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