La deuda bancaria de los salmantinos, en mínimos y más ahorro a plazo fijo
La cuantía de los créditos que deben a las entidades bancarias es la más baja en 14 años
Pese al repunte de las hipotecas sobre vivienda, que se encuentran en cifras que no se veían desde hace catorce años, los hogares y las empresas salmantinas siguen apostando por mantener unas cuentas saneadas con los niveles de deuda más bajos de las dos últimas décadas. La cuantía que deben a los bancos en concepto de créditos asciende, según los últimos datos del Banco de España, a 5.079 millones de euros. Es casi la mitad de lo que adeudaban durante los años de la anterior crisis económica. En 2008 se elevaba casi a 10.000.
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Pero la reducción de la deuda no ha llegado acompañada de un descenso del ahorro, sino todo lo contrario. Los depósitos que hogares y empresas de la provincia poseen en las entidades financieras se encuentran en uno de sus mejores momentos. Suman 9.924 millones, casi el doble de los fondos pendientes de amortizar por créditos, pero aun así han descendido respecto a los tres ejercicios anteriores. El mayor pico se registró dos años después del inicio de la pandemia, un periodo en el que muchas familias que mantuvieron sus ingresos vieron cómo se elevaban sus ahorros.
En la última década los ahorros bancarios de los salmantinos, excluyendo a las administraciones públicas, se han incrementado en un 17%. No obstante, estas cifras deben analizarse con cautela teniendo en cuenta la fuerte inflación que se ha vivido en los últimos años como consecuencia de la inestabilidad del mercado internacional, puesto que esta hace que, aunque los depósitos hayan crecido mucho, el dinero haya perdido valor por la pronunciada subida de los precios.
Por otra parte, en los dos últimos años y tras más de una década en descenso, los salmantinos han recuperado el interés por los depósitos a plazo. Los datos de marzo apuntan que en la provincia había 1.280 millones de euros invertidos en este tipo de productos, mientras que otros 8.644 millones estaban en depósitos a la vista, es decir, aquellos que están en cuentas bancarias y de los que pueden disponer en cualquier momento por no estar sujetos a ningún tipo de restricción propia de un producto financiero. Esto supone que uno de que cada ocho euros de ahorro de los hogares y empresas se confía a depósitos a plazo ante la mejora de su rentabilidad. Incluso así, todavía se invierte en ello mucho menos que hace una década. Los fondos a plazo son una cuarta parte de los que había entre 2011 y 2014.
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