Una niña se somete al cribado con los nuevos dispositivos de la Gerencia de Atención Primaria.

Los centros de salud prueban un cribado con nueva tecnología para detectar el 'ojo vago' en niños

Se viene testando en Salamanca desde marzo de 2025 y se incorporará a la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud

Javier Hernández

Salamanca

Viernes, 12 de septiembre 2025, 07:15

La Gerencia de Atención Primaria de Salamanca está pilotando, desde hace cerca de siete meses, un novedoso cribado para la detección precoz de la ambliopía: una discapacidad visual más conocida como 'ojo vago'.

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Se trata de una prueba que va a formar parte de la nueva cartera de servicios comunes de todo el Sistema Nacional de Salud, pero que ha sido testada previamente en diversos centros de salud de Salamanca, que se posiciona así como referente en prevención visual infantil.

La Gerencia de Atención Primaria de Salamanca adquirió en 2025 dos autorrefractómetros especiales para población pediátrica, que permiten medir de forma automática -y con una mínima colaboración por parte de pacientes de apenas unos meses de vida- la refracción visual de ambos ojos simultáneamente.

A diferencia de los clásicos equipos en los que el paciente debe apoyar el mentón en una base y tratar de no moverse, estos nuevos modelos simulan una cámara de fotos con rostros sonrientes que captan la atención del niño durante los segundos necesarios.

Los equipos se compraron en marzo y antes de iniciar el cribado se impartió una formación a todos los pediatras y enfermeras de Pediatría. Una vez en marcha, los equipos han estado rotando por los centros de salud de la provincia: uno en los centros urbanos y el otro, en los centros rurales. «La iniciativa ha tenido una excelente acogida por parte de profesionales sanitarios y de las familias, y está arrojando resultados muy positivos en la detección temprana de defectos visuales», destacan.

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Una profesional porta el dispositivo, adaptado a los niños con rostros sonrientes.

En aquellos casos en los que se detecta una patología se deriva a los niños al servicio de Oftalmología del Hospital de Salamanca para que se adopten tratamientos lo antes posible, que es cuando resultan más efectivos.

El objetivo de este proyecto no es otro que el de prevenir pérdidas de visión que luego sean irreparables durante la edad adulta. Por otra parte, la incorporación de estos cribados mejora la calidad de la asistencia en Atención Primaria y también reduce el gasto sanitario derivado de consultas y tratamientos tardíos, cuando la patología está desarrollada.

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Hasta un 4% de la población

Se estima que entre el 2% y el 4% de la población padece el llamado 'ojo vago', que es la pérdida de capacidad para ver claramente a través de un ojo. Se produce cuando la ruta nerviosa que va de un ojo al cerebro no se desarrolla correctamente durante la infancia. «Detectarla a tiempo es crucial, ya que el tratamiento es más efectivo cuanto más precoz se inicia. Especialmente entre los 1 y 3 años de vida, que es cuando se generan la mayoría de los casos».

Los métodos que tradicionalmente se utilizan en Atención Primaria para detectar este defecto visual tienen ciertas limitaciones, sobre todo en niños muy pequeños o con dificultades de desarrollo. Para sortear estas limitaciones se ha recurrido al autorrefractómetro binocular automático, que permite realizar cribados desde los seis meses y lo hace, además, con alta fiabilidad y sin necesidad de colaboración activa del niño.

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El cribado pilotado en Salamanca -también se han sumado otras provincias de Castilla y León- se extenderá a toda España en las revisiones de niños sanos desde los 18 meses —especialmente, a los 2 y 3 años— y en niños de cualquier edad que presenten síntomas.

7.000 euros por cada equipo

La dirección médica de la Gerencia ha realizado una fuerte apuesta por este cribado, adquiriendo en propiedad dispositivos que rondan los 7.000 euros cada uno. Además de la ambliopía (ojo vago), también son capaces de detectar miopía, astigmatismo e hipermetropía con niños que, por su edad, no pueden someterse a las clásicas pruebas para 'graduar la vista'.

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El tratamiento habitual de los niños a los que se diagnostica una ambliopía es el clásico parche, que se coloca en el ojo que funciona correctamente para forzar así al ojo afectado a afectado a trabajar más y recuperar por completo la capacidad visual, si se realiza a tiempo.

La Gerencia todavía no tiene datos firmes sobre los resultados dado que la rotación por los 36 centros de salud de la provincia todavía no se ha completado y la idea es repetir en varios centros.

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