Gerardo, trabajando en una pieza en su taller mientras Reyes riega las plantas del jardín. ALMEIDA

La casa que convirtió un 'jardincito' en un museo: «Es un proyecto de vida»

En su hogar en el barrio de La Vega, Gerardo Cambronero y Reyes Asensio han creado un refugio en el que conviven sus dos pasiones

Jueves, 7 de agosto 2025, 12:33

En una casa en el barrio de La Vega, una mujer se pasea de un lado a otro con su regadera y unas tijeras de podar entre decenas de plantas. Detrás de una ventana su marido la mira, enciende un cigarro, sonríe y se sienta frente al torno para empezar una nueva pieza.

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Esta es la escena que se repite a diario en la casa-taller de Gerardo Cambronero y Reyes Asensio. Un lugar que se ha convertido en un refugio en el que se juntan el arte y la naturaleza.

Y es que en el jardín de Gerardo y Reyes conviven dos grandes pasiones. El amor por la alfarería de Gerardo, que lleva años dedicándose a la creación de artesanías, y el cariño especial que siente Reyes por las plantas.

«Hace muchos años en España había una tradición macetera maravillosa que, de la noche a la mañana, desapareció. Y a mí, que me gusta tanto la alfarería, eso me parecía terrible. Sentía que tenía que hacer algo. Un día le dije a Reyes: vamos a hacer tiestos y los vendemos para que la gente vuelva a tener macetas artesanales», cuenta Gerardo.

Así, pasito a pasito surgió un proyecto que fue evolucionando y al que la pareja ha dedicado gran parte de su vida.

«Íbamos a los pueblos cargados de macetas para venderlas. Las que sobraban Reyes las agarraba para el jardín. Así empezó todo», rememora el artesano.

Dos rosales y un olivo, esas fueron las primeras plantas que llegaron a la casa de Reyes y Gerardo. Desde entonces el jardincito no ha dejado de crecer hasta acumular más de 50 árboles y flores de todos los tamaños y especies. Cada uno con su respectiva maceta artesanal.

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«Por mí tendría muchas más. Forman parte de mi vida. Es una pasión. Me encanta cuidarlas y verlas crecer. Y que alegría da cuando sales al jardín y te encuentras con tanto verde. Te refresca y te da una energía nueva», relata Reyes que, confiesa, no puede elegir una planta favorita porque para ella «cada una tiene su propio encanto».

Macetas, esculturas y una especie de museo personal

Para Reyes y Gerardo, su pequeño jardín no es solo un espacio decorativo, sino un lugar en el que el arte y la naturaleza se juntan.

«Los jardines y las macetas son artes. Un jardín es un proyecto de vida, una forma de expresión. De esto entienden mucho los ingleses o los japoneses, que diseñan sus jardines como todo un proyecto artístico», explica Gerardo.

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Inspirados en este concepto, Reyes y Gerardo ha ido creando una especie de museo personal. Entre las decenas de árboles, arbustos y flores del lugar se pueden ver pequeñas esculturas creadas para decorar el jardín. Además, cada una de las macetas ha sido moldeada y pintada por los artesanos.

Así, para la pareja, la cerámica y la jardinería son dos expresiones artísticas que se complementan entre sí. «Al igual que la alfarería, un jardín necesita tiempo, paciencia y cariño. La cerámica y los jardines están cargados de sentimientos. Como alfarero tienes que estar siempre en contacto con la naturaleza porque es la esencia de todo. La que nos da la materia prima para trabajar», considera Gerardo.

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Además, el lugar les brinda un refugio para desconectar. «Tú estás pendiente de las plantas y se te olvidan todos los problemas», afirma Reyes.

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