Las baldosas del Liceo, en retirada tras el avance de las obras
Las losas negras de pizarra se sustituyen por otras de granito que además son drenantes. Los trabajos se retoman tres meses después de la sustitución de la primera fase
La sustitución de las baldosas negras de la plaza del Liceo se ha retomado después de que en febrero comenzara por el tramo situado entre el propio Liceo y la plaza de Santa Eulalia. Los operarios ya han retirado el paño de losas situado frente al Teatro y avanzan ahora hacia la parte de la plaza más cercana a la Plaza Mayor.
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Cabe recordar que estas baldosas se retiran debido a los resbalones que provocaban, especialmente en los días de lluvia.
Lo curioso es que se están sustituyendo por placas que, además de ser antideslizantes, también son drenantes, una característica que permitirá filtrar el agua de lluvia al subsuelo. Como las anteriores, también son negras, lo que permitirá mantener el diseño actual del mosaico.
Tras finalizar en este espacio, también se sustituirán las baldosas negras de la calle Toro próximas al Liceo.
El Ayuntamiento adoptó la decisión de cambiarlas después de indemnizar en enero con 38.000 euros a una mujer que se rompió la rodilla izquierda al resbalar sobre este pavimento a la altura del número 13.
La caída se produjo al pisar la franja negra del suelo, un pavimento de tipo piedra caliza marmórea negra instalado en 1994.
El Ayuntamiento encargó un informe para determinar la «resbalabilidad» y la «fricción» de las baldosas. Según las conclusiones del área municipal de Ingeniería Civil, basadas en el citado estudio, el suelo no cumple con los índices exigidos, ya que el índice de resistencia al deslizamiento debe ser superior a 45, y en este caso es de 20.
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