Salmantinos apurando el verano en una terraza de Van Dyck. ALMEIDA

La bajada de las mínimas anticipa el fin de un verano que dejó 54 muertes por calor

La larga ola de calor del mes de agosto llenó el Hospital y se vinculó con casi 40 fallecimientos

Javier Hernández

Salamanca

Viernes, 29 de agosto 2025, 16:57

El verano anticipa su adiós en Salamanca con un cambio en las temperaturas marcado por el fuerte contraste entre las máximas y las mínimas que se registrarán en los próximos días.

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Las temperaturas máximas van seguir acercándose a los 30ºC en algunos momentos del día -para el sábado se prevén 29ºC-, mientras que las mínimas se desploman por debajo de los 10ºC durante el amanecer.

Este viernes, los termómetros van a experimentar oscilaciones de hasta 18 grados de diferencia. Una amplitud térmica que también existió en plena ola de calor, cuando el mercurio no bajaba de los 20ºC en ningún momento del día. La particularidad ahora es que esa diferencia entre temperaturas se produce por el descenso de las mínimas.

Después de meses, volverá la sensación de frío a Salamanca y se interpreta como el anticipo de lo inevitable: el verano puro y duro empieza a despedirse. Un verano en el que se ha vivido una de las olas de calor más duraderas que están registradas y que se ha saldado con un balance de 54 muertes atribuibles a las altas temperaturas.

El Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria del Instituto de Salud Carlos III (MoMo) delimita el periodo estival a partir del 15 de mayo. Durante esos más de tres meses el sistema estimaba una mortalidad en la provincia de 1.088 personas, pero la mortalidad real ha sido de 1.118.

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De todos esos fallecimientos, los que se atribuyen al calor ascienden a 54. Un goteo de decesos que tuvo tres fases: de 28 de junio a 5 de julio, uno más leve justo a mitad de julio, y el más intenso del todo el verano, desde el 5 de agosto hasta el día 24 del mismo mes. Solo durante esas tres semanas de agosto se contabilizaron 39 fallecimientos por exceso de calor.

Desde el Hospital de Salamanca se confirmaba que esas semanas coincidieron con unas cifras de ocupación en planta muy altas relacionadas con «ingresos de personas mayores que se descompensaban a causa de la deshidratación y necesitan cuidados hospitalarios».

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Al margen del calor, el otro factor ambiental que ha condicionado las últimas semanas de agosto ha sido el deterioro de la calidad del aire como consecuencia de los incendios producidos, tanto en la provincia de Salamanca, como en otras zonas de la Comunidad, en Extremadura y hasta en Portugal.

La buena noticia es que no queda rastro de aquella concentración de gases y partículas volátiles que producían irritación en las vías respiratorias y resultaban altamente peligrosas para determinados pacientes como, por ejemplo, los de EPOC.

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Hace apenas una semana, el Índice Nacional de Calidad del Aire registraba valores 'extremadamente desfavorables' en varios puntos de, sur y oeste de la provincia de Salamanca. Este jueves, las estaciones de medición que hay en la provincia coincidían en que la calidad del aire era 'buena', que es la catalogación más positiva que existe dentro de la escala de medición.

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