Una ampliación verde «sin precedentes»
El Consistorio licita por 500.000 € un nuevo bosque en El Polvorín y dos corredores verdes. Los nuevos 32.663 árboles deben sembrarse antes del 15 de diciembre
La ampliación «sin precedentes» de la masa verde de la capital ya tiene presupuesto y periodo de plantación. El proyecto que elevará la media a un árbol por habitante sale a licitación por 500.000 euros. La siembra debe comenzar el próximo 1 de octubre, a tal ritmo, que para el 15 de diciembre ya estén plantados los 32.663 árboles previstos por la iniciativa municipal. Así se desprende del expediente de inicio de contratación del suministro y plantación de los ejemplares por parte del Ayuntamiento de Salamanca que, además, incluye la obligación por parte de la empresa de mantener las nuevas zonas verdes durante dos años, es decir, hasta el 30 de septiembre de 2027.
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La contratación de suministro y plantación se ha dividido en tres lotes con los que la capital contará con dos grandes corredores verdes. Uno atravesará la capital de norte a sur completando las actuaciones que ya se han iniciado con el proyecto Life Vía de la Plata de reverdecimiento de la antigua ruta a su paso por el término salmantino. El segundo eje cruzará la ciudad de oeste a este, desde el Centro de Bienestar Animal hasta La Aldehuela, creando a su paso un bosque en el antiguo Polvorín de Tejares y conectando toda la ribera del río Tormes. Además, el contrato de dotación y siembra de los árboles servirá para reponer ejemplares en los alcorques vacíos de la zona urbana.
En concreto, en las zonas forestales de la ciudad se sembrarán 29.250 árboles. De ellos 21.755 se destinarán al Polvorín para crear el gran espacio verde previsto, mientras que los 4.561 restantes se plantarán en el Centro de Bienestar Animal, próximo a estos terrenos. La iniciativa se completa con 1.110 ejemplares que se destinarán a 51 parques, jardines, plazas, medianas, taludes, bulevares y rotondas. El pasado mes de mayo el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, presentó el ambicioso proyecto definiéndolo como una extensión «sin precedentes» de la infraestructura verde de la capital. Para la plantación se utilizarán 57 especies autóctonas de árboles, seleccionadas entre las que generan menos problemas de alergias y menos atractivo para las aves invasoras. Se trata arces, castaños, acacias, alisos, abedules, cedros, avellanos, cipreses, membrillos, fresnos, nogales, almendros y cerezos, entre otros. «Serán un buen antídoto contra las plagas y enfermedades de los árboles, al atraer insectos benignos para el ser humano y aves como gorriones o mirlos», señaló Carbayo.
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