Procesión de paraguas en el intrépido Corpus de Vitigudino

Aunque la lluvia amenazaba y asolaba la localidad de Vitigudino durante la mañana, dejando algunos truenos restallando momentos antes de salir la procesión, los fieles se aventuraron y cumplieron con el recorrido habitual, en una procesión formada por los trajes y vestidos de Comunión, el Santísimo bajo palio, estandartes, varas de mayordomo y la gaita y el tamboril, que apoyó el trayecto junto a los cánticos.

Los bebés protagonizaron cada uno de los dos altares, unidos en el trayecto por el aroma del tomillo, y rodeados por figuras sacras, la opulenta ornamentación que caracteriza estas fiestas y las alfombras de sal formando motivos florales, dibujos y letras a los pies de cada altar. Los niños tuvieron que contener en más de una ocasión sus ganas de lanzar más pétalos de los debidos, y en algunos momentos se tuvieron que refugiar bajo paraguas, al igual que algunos bebés, que estallaron en llanto.

También los fieles decidieron seguir el ejemplo del Santísimo y se protegieron bajo un palio en forma de paraguas, ya de regreso a la iglesia, complacidos no obstante por haber podido cumplir con la procesión de principio a fin sin muchos incidentes, salvo un momento de exclamación y susto, cuando un jarrón con flores se volcó bruscamente interrumpiendo las plegarias, a causa del viento.

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