Nuevo éxito de«Arcos y Ecos» con su puesta en escena en Turra de Alba

En el siglo XIII, reinando Alfonso X «el sabio», la zona de Turra de Alba era frontera entre los reinos cristiano y musulmán. Y es que turra en árabe significa límite o frontera. En el caso de la iglesia de San Juan fueron cuadrillas de vasallos musulmanes que no habían renunciado a su religión (mudéjares) los que se hicieron cargo de levantar esta pequeña iglesia en la que el ladrillo es parte esencial.

A finales del siglo pasado este templo fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) como claro exponente del románico-mudéjar.

El espectáculo «Arcos y Ecos» que el Área de Cultura de la Diputación de Salamanca ha producido para que, con el apoyo de las diócesis, ayuntamientos y parroquias, poder dar a conocer mejor estos monumentos tan singulares. Y el ejemplo de la actuación en Turra de Alba lo deja bien claro ya que el número de espectadores duplicó con creces a los habitantes de la localidad.

Guadalupe Lancho, Juan Francisco Vicente y Jenny Leyva, una vez más, encandilaron a un público que no se esperaba tal espectáculo, a juzgar por los comentarios expresados en los corrillos después de la gran ovación final.

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