Domingo Matías, Mar Manzano, José Luis Retana y Mari Paz Diego, durante la presentación D. S.

Cáritas Ciudad Rodrigo ha atendido a 584 personas durante el año 2025

La entidad ha presentado su campaña navideña y ha hecho hincapié en su preocupación por el crecimiento de la exclusión social

D. S.

Ciudad Rodrigo

Jueves, 27 de noviembre 2025, 11:37

La Diócesis de Ciudad Rodrigo y Cáritas han presentado en la mañana de este jueves su campaña de cara a la Navidad 2025 bajo el lema «Hagamos que tener una vida digna deje de ser una cuestión de suerte», con dos objetivos: «Sensibilizar sobre la realidad de la pobreza y hacer conscientes a todos de que podemos ser vulnerables ante ella, y que juntos podemos construir una montaña, granito a granito, porque la esperanza solo se genera cuando se actúa», señaló Mar Manzano, directora de Cáritas en Miróbriga.

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Según los datos aportados durante la presentación, la entidad ha atendido en lo que va de año a 584 personas y ha entrado en 375 hogares, unas cifras similares a las de años anteriores, según indicó Domingo Matías, secretario de Cáritas: «Esto refleja una incidencia importante si tenemos en cuenta el número de habitantes de esta comarca». También puso en relieve la aportación de ayudas económicas concedidas por la ONG, con un total cercano a los 114.000 euros, «a pesar del descenso de ingresos por parte de los donativos y de las subvenciones en este año. Para que se hagan una idea, a finales de septiembre se habían contabilizado 20.000 euros en donativos y hemos aportado una cantidad muy superior, lo que demuestra que cada euro que entra en Cáritas va directo a ayudar a quien más lo necesita», expuso Matías.

Desde Cáritas Ciudad Rodrigo apuntan que los principales problemas se centran en el acceso a la vivienda, donde los precios del alquiler se han duplicado en los dos últimos años. «El año pasado había una burbuja por el tema de las placas solares y la llegada de trabajadores, pero ahora éstos se han ido y el precio no ha bajado. Hemos pasado de una media de 250 euros de renta a casi 500», indicó el secretario. A ello se suma la antigüedad del parque de viviendas de la comarca, donde muchas personas no tienen calefacción o sufren problemas de aislamiento o humedades, e incluso disponen de mobiliario muy envejecido.

Otro punto destacado durante la presentación fue la transmisión intergeneracional de la pobreza, ya que la ONG ha atendido a personas que son abuelos: «Ahora atendemos a sus hijos —que ya son padres— y a los hijos de estos. Necesitamos romper esa cadena con un cambio en las políticas sociales, con programas de prevención y promoción, no solo de asistencia».

Mar Manzano y el obispo civitatense, José Luis Retana, llamaron la atención sobre dos aspectos clave: la precariedad económica y la inmigración. En relación con el primero, los informes de Cáritas reflejan que «la clase media ha desaparecido; muchas familias con dos personas trabajando no llegan a fin de mes. La exclusión social persiste y se cronifica, y eso es preocupante», señaló Manzano. «Una de cada cuatro familias tiene problemas para pagar el alquiler de su casa», matizó Retana, quien añadió que «hay que regularizar la cuestión de la inmigración: es bueno que venga gente de fuera, pero en muchos casos no pueden regularizar su situación». El obispo apuntó que esta es «una campaña diocesana, es decir, una campaña de todos juntos para ayudar a las personas de nuestra diócesis».

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Finalmente, Mari Paz Diego, delegada de Cáritas, recordó que «la transmisión de los buenos valores viene desde pequeños, día a día, y hay que poner dignidad en cada corazón».

Datos en Castilla y León

Mar Manzano también hizo referencia al informe regional presentado el martes a las delegaciones de Cáritas en Castilla y León. Según las estadísticas, 352.000 personas están en riesgo de exclusión social, «lo que supone el 14,8% de la población, cifras superiores a los tiempos prepandemia», apuntó. Por otra parte, el 19% vive por debajo del umbral de la pobreza. La directora de Cáritas interpeló a «acabar con los mitos, como que muchos están esperando las 'paguitas'. El 77% de las personas en esta situación forma parte de proyectos de activación para salir de ese umbral, lo que demuestra que las personas se mueven y buscan avanzar. Quien recibe el Ingreso Mínimo Vital es porque lo necesita y cumple los requisitos, no es un regalo. No podemos seguir culpando a los pobres de la pobreza», afirmó.

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