AL LORO

Incendios: pena y vergüenza

«España no se merece un presidente que no baja al barro, que no acude al desastre». Qué razón tenía Pedro Sánchez

Sábado, 16 de agosto 2025, 06:00

Pena. Sobran las palabras con el llanto sobre los féretros. Ese silencio roto por los sollozos. Ese ¿por qué? gritado en bucle y sin respuesta.

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Se suman las penas por la casa quemada, por un paisaje que estaba, por la impotencia, por el qué hacemos ahora, por esa soledad con la vista en la desgracia... Y por ese podía haberse evitado que tanto duele y en el que está la vergüenza. Y lo está porque cuando un político le echa la culpa al otro reconoce que fue evitable. Y el PSOE culpa al PP y el PP, al PSOE. Y perdemos todos.

Óscar Puente tiene su razón. No se puede estar de vacaciones con una desgracia así. No puede estar Mañueco en otro lugar que no sea en el que está. Se le olvidó decir que, justo porque es una emergencia nacional, no puede estar el presidente del Gobierno de veraneo y haciendo política de la desgracia. Un tal Pedro Sánchez se lo dijo a Mariano Rajoy. Que era 2015, desbordamiento del Ebro, y le soltó el «España no se merece un presidente que no baja al barro, que no acude al desastre». Pues eso.

Tiene razón Puente cuando dice que puede tuitear -claro- y que no se entiende su ironía. Es muy difícil comprender su «en Castilla y León está calentita la cosa». También que exija a los demás que estén, cuando el incendio trae caos ferroviario y en autovías y él esté de tuitero y no de ministro. Y no se le ha visto ahora en las estaciones y tampoco otros días con la gente que sufre parón del tren. Tampoco se vio a Marlaska, la autoridad en Protección Civil, que no llegó hasta el jueves. Y, al menos, que Sánchez llame a Mañueco, que sucedió y ya por vergüenza. Que a qué juega este Gobierno que no gobierna. Queda el consuelo de que el presidente de Castilla y León, del PP, y el de Asturias, del PSOE, también con incendios, se hablan. Que a lo mejor el problema es Sánchez.

Y es demagogia hablar de falta de medios como único culpable cuando en León el fuego avanzó a una velocidad de 4.000 hectáreas a la hora y eso es incontrolable y hay «cien» más a la vez. Y claro que Castilla y León no tiene recursos (que debe tener el máximo) pero nunca serán suficientes. Y no lo serán porque es la comunidad más extensa y la más despoblada, y no hay congreso contra grandes incendios en los que no se apunte a esta causa como una de las principales. Y no hay política contra la despoblación, que el Ministerio se quedó sólo para Transición Ecológica. Y no hay población ni ganado pero sí lobos y osos, y algo tiene que ver. Ni hay apoyos suficientes al agricultor y al ganadero. Sólo la coordinación y colaboración frena incendios aquí y allá, y por eso no se entiende que tardaran los aviones franceses o falte el Ejército.

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Y, de repente, no se habla de ola de calor, pero arde el noroeste y Portugal, Grecia, Albania, Macedonia... y es culpa del cambio climático cuando gobierna el PSOE, y es de falta de medios cuando manda el PP. Como lo fue del negativismo climático de la derecha en 2022, y, ahora, de la bajada de impuestos, que es bandera Ayuso. Que es usar el incendio para hacer política y es una vergüenza.

Se podía haber evitado. Porque un incendio va más allá del calor o del que tira la cerilla o de no pagar 2.000 a un brigadista. Hay abandono de monte, falta de gestión, miedo incluso a hacer quemas autorizadas. Se exigen permisos hasta para quemar montones en huertas o se obliga al agricultor a dejar islas de cereal sin cosechar para que coman los pájaros, y eso es combustible que se acumula y lleva a un incendio a dimensiones enormes. Faltan cortafuegos, existe política de no tocar el monte y es casi imposible pastarlo sin entrar en laberintos de prohibiciones. No se trata a los incendios como lo que son, que son cuestión de Estado. Y es una desgracia para todos.

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