CHURRAS Y MERINAS

Tecnofeudalismo

Las nuevas tecnologías, con nube incluida, han transformado el sistema capitalista tradicional

Puede que alguien todavía recuerde a aquel tipo llamado Yanis Varufakis, economista y catedrático, que durante un breve tiempo fue ministro de Finanzas en Grecia con Tsipras, cuando el país heleno se encontraba entre la quiebra y la nada. Sí, hombre, aquél que militaba entre los radicales de Syriza y se identificó con el Podemos español. Fue gran amigo del ahora tabernero Pablo Iglesias durante un tiempo hasta que partieron peras cuando Varufakis, cien veces más listo, se dio cuenta de que el movimiento morado no tenía ni pies ni cabeza (al menos en lo referente a los asuntos económicos) y proféticamente sentenció su definitivo fracaso.

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Por cierto, hace un par de años unos desconocidos le atizaron una buena paliza cuando salía de un restaurante en Atenas. Tal vez los agresores fueran resentidos que aún se acordaban de lo negras que las pasaron los griegos en la época de los sucesivos rescates, cuando su país estaba en la ruina más estrepitosa, y Varufakis tuvo que asumir entonces las responsabilidades del descalabro. Recordemos que Grecia tuvo que ser rescatada al menos tres veces, mientras la España de Rajoy se resistía a pasar por la piedra de la Troika.

En los últimos tiempos Varufakis es el gran pontífice de un movimiento al que le han dado el nombre de Tecnofeudalismo. De hecho, ha publicado un libro, subtitulado «El sigiloso sucesor del capitalismo», en el que trata de explicar este nuevo concepto, inseparable de la era digital en la que nos encontramos. Ese movimiento viene a sustituir al capitalismo tradicional. Estamos, según parece, ante una nueva etapa que va a marcar el rumbo de la economía y la política en los próximos años. Las nuevas tecnologías, con nube incluida, han transformado el sistema capitalista tradicional. Ahora, el poder está más allá del capitalismo y de la producción de bienes. Se localiza en el control de la información y en las plataformas digitales, las llamadas «Big Techs». Estos son los nuevos señores feudales, los «señores digitales» poseedores de tierras con vasallos y castillos. Pero no son fortalezas medievales ni grandes extensiones de terrenos para labor o ganadería, no. Las tierras son virtuales, están en la famosa nube y tienen nombres como Google, Amazon, Meta, Facebook, Apple, Microsoft, TikTok y otras que puedan surgir en el futuro. Aquí se asienta de verdad el poder económico, político y social. Ellas, las grandes empresas tecnológicas poseedoras de nuevos feudos, controlan los datos personales, acaparan los recursos y, en pocas palabras, dominan el mundo. Y nosotros, los usuarios, asumimos el papel de siervos de los nuevos feudos porque a estas alturas sería inconcebible vivir sin la protección de esos poderosos señores. Seremos vasallos, sí, pero si nos sirve de consuelo, del tecnofeudalismo del siglo XXI.

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