Beyoncé en Arrigoriaga

Está bastante feo que un columnista se cite a sí mismo, pero hace unos meses me quedé muy ancho en esta misma sección cuando describí los años oscuros del franquismo escribiendo que «durante años fuimos los talibanes de Europa». Y es que esta expresión me vino a la cabeza tras conocer el veto del Ayuntamiento de Arrigorriaga a la actuación en sus fiestas patronales de la orquesta salmantina «Vulkano Show» alegando, entre otras tonterías, la «hipersexualización» de las vestimentas de las integrantes femeninas de la formación.

El asunto saltó a la luz en una sesión plenaria del Ayuntamiento cuando la portavoz de EAJ-PNV preguntó sobre los motivos de la exclusión de la formación, una presencia fija en la programación de las fiestas de las Madalenas en los seis años anteriores, ya que «atraen gente al pueblo y es bueno para la hostelería». En respuesta, la concejala de Políticas Sociales y Feministas recordó que se había abierto un proceso participativo para lograr «unas fiestas igualitarias» y que se observó que «estas orquestas hipersexualizabana las mujeres».

La polémica resolución del consistorio, presidido por una colalición que lidera EH-Bildu, ha sido recibida con estupefacción por los propios vecinos de la localidad vizcaína. «¡Venga! ¡Vamos caminito a la cueva otra vez!» «Nos han quitado lo mejor de las fiestas, creo que el concepto de igualdad lo tienen un poco confundido», son algunos de los muchísimos comentarios con los que los vecinos han criticado a medida en las redes. La propia orquesta, una de las más prestigiosas de la escena salmantina y con una trayectoria acreditada en escenarios de toda España, no salía de su asombro por esta insólita injerencia en un vestuario artístico. Me quedo con esta reflexión del director y cantante Carlos Rozas: «¿También consideran que Madonna, Beyoncé, Rosalía y otras muchas no se respetan a sí mismas por elegir actuar con el tipo de vestuario que utilizan?»

Arrigorriaga es uno de los muchos los Ayuntamientos que trabajan denodadamente por advertir a sus ciudadanos de las situaciones de riesgo que trae consigo la masificación de las fiestas veraniegas. Seguro que en esta línea se redactó el detallado «Decálogo de Fiestas Libres de Machismo» que precisamente publicó en sus redes sociales el Ayuntamiento vizcaíno hace un año, exactamente el 17 de julio de 2024. Todo ese decálogo sería respaldado hoy día por todas las personas con dos dedos de frente, como no podría ser de otro modo, desde el primero «Solo sí es sí, y no, siempre es no. En fiestas no todo vale» al último «Todos tenemos el mismo derecho a relacionarnos de forma libre y respetuosa, sin importar nuestra orientación sexual ni identidad de género. No se aceptará la LGTBIfobia». Este decálogo que firman conjuntamente el Ayuntamiento, el Consejo de Igualdad y el colectivo feminista Mujeres de Arrigorriaga reza en su punto 5, y transcribo literalmente: «No se prejuzgarán las apariencias, actitudes o formas de vestir de las mujeres, respetando así su libertad personal». Tal cual.

En apenas un año, el consistorio vizcaíno se ha olvidado de las líneas rojas que trazó en su propio decálogo y, en un salto mortal con doble tirabuzón, resuelve que determinadas vestimentas femeninas atentan contra la igualdad. En aras de un feminismo mal entendido, una comisión de salvadores de la igualdad decide que tienen la autoridad moral para dictaminar su una mujer muestra mucho o poco. Eso no es ni será nunca progresista ni feminista, señoras y señores neotalibanes de Arrigorriaga. Háganselo mirar, porque tienen un cacao mental de campeonato.