DESDE LA TRIBUNA

El consejero bombero

Si se habla de los incendios y de que el consejero no cogió la manguera para ir a sofocar las llamas, no se habla del fiscal ni de Begoña

Miércoles, 10 de septiembre 2025, 06:00

Tienen mucho mérito los socialistas que todavía defienden a Sánchez. O eso, o se juegan el pan si al presidente lo mandan los españoles a su casa a tomar el sol, como ha hecho este verano en La Mareta mientras ardía media España. ¡Hay que tener cuajo!

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El PSOE se empleó ayer en las Cortes de Castilla y León contra el Gobierno de Mañueco por el asunto de los incendios, pero me sorprendió mucho que sus señorías los procuradores socialistas diferenciaran entre los medios de la Junta, es decir los de Mañueco que han fallado en todo, y los medios del Estado, es decir los del señor Sánchez, que nos han salvado del infierno. Hablan de la Unidad Militar de Emergencias (UME) como si fuera del presidente del Gobierno de España.

Es una forma de salvar al soldado Sánchez. Otra cosa no, pero palmeros tiene unos cuantos batallones. Si se habla de los incendios de Castilla y León y de que el consejero no cogió la manguera para ir a sofocar las llamas, como sí hicieron algunos de los alcaldes socialistas, no se habla de los escándalos y casos de corrupción que achicharran al presidente del Gobierno: hoy tiene que declarar su mujer, acusada de corruptelas y al fiscal general del Estado ya lo sientan en el banquillo por la filtración de datos del novio de Ayuso y el juez del Supremo le impone una fianza de 150.000 euros. Sin duda, el salmantino García Ortiz ha hecho historia, pero no por hacer bien su trabajo.

El parlamento regional fue un «pin-pan-pun» contra Suárez Quiñones. Entra dentro del juego político. El propio consejero se ha rendido a la evidencia: entre todos los medios no han sido capaces de «obtener un mejor resultado». Lo que ocurre es que los socialistas ven la paja en el ojo ajeno, pero no ven la viga en el suyo.

Uno de los fallos es precisamente pensar que los incendios han sido cosa de Mañueco o de Rueda, si hablamos de los de Galicia, aunque en esta Comunidad interesa menos la «guerra política» del fuego porque no hay ni campaña electoral ni elecciones autonómicas a la vista.

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Los medios son de España y mientras no se diga lo contrario, Castilla y León sigue siendo parte de España. Los medios los sufragamos con nuestros impuestos, que pagamos igual que los catalanes o los valencianos.

Ni los paga Mañueco de su bolsillo, ni mucho menos los paga Sánchez, aunque el presidente del Gobierno esté haciendo todo lo que puede para que haya dos «Españas», la de los buenos y los malos y la de los de primera (catalanes y vascos) y la de los de segunda, especialmente los que vivimos en eso que un día empezaron a llamar la «España vaciada», la que casi no interesa a nadie porque por no haber, no hay ni votos.

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Y el desprecio a la España vaciada de este Gobierno sanchista también está contribuyendo a la peligrosidad de los incendios, porque no hay gente que cuide el campo ni los montes.

Como no hay demanda, se quitan servicios y los pueblos se quedan sin habitantes. La pescadilla que se muerde la cola. Las compañías privadas no invierten en fibra porque no tienen clientes y como no hay clientes, internet es tan malo que no hay manera de montar un negocio o teletrabajar en el medio rural.

El ministro Puente no nos pone más servicios ferroviarios «decentes» entre Salamanca y Madrid porque, según él, no hay demanda y los trenes van vacíos. Mentira. Los fines de semana, incluido el viernes a partir del mediodía, no puedes coger un Alvia. Quite trenes entre semana y ponga más frecuencias los fines de semana. Eso es saber gestionar. La España vaciada no se soluciona con un Ministerio y 120 medidas vacías de contenido.

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La sangría demográfica se puede frenar invirtiendo más, aunque el rendimiento electoral sea, de momento, escaso.

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