CON OJO DE MUJER

¿Y ahora qué? ¿Más de lo mismo?

Sábado, 23 de agosto 2025, 05:30

Si hay algo que me gusta son las palabras… hoy tengo pocas.

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Ha sido una semana muy, muy extraña. Impotencia y muchas preguntas y pocas respuestas. Leo, escucho, me informo… y asisto a la desolación de las imágenes que hablan por sí solas, en las que se ve perfectamente la pequeñez del ser humano ante la magnitud de un rugido que lo devora todo. En la línea de fuego todos cohesionados, codo a codo, luchando en un frente común contra un enemigo común. Muchas lágrimas que se unen a los millones de litros y litros de agua que intentan paliar el desastre. Palas, tractores, orugas, helicópteros… gentes y profesionales con un solo objetivo: evitar que se lo lleve todo.

Mientras, en la otra cara de la misma moneda, allí en los papeles, las tertulias, las entrevistas, en el último reportaje, en la opinión ante el micrófono… se libra otra guerra, la de quién tiene la culpa, la del tú más, yo no… tú, que si vienes o si vas, si fue antes el huevo o la gallina o tal vez «La culpa fue del cha-cha-cha» como cantaba Gabinete Caligari, allá por los ochenta. Cada uno arrimando el ascua a una sardina que, la mires como la mires, ya huele.

¡SILENCIO por favor! Un poco de respeto, de cabeza, de criterio. El covid, la dana, el volcán, el fuego… ¡todooooo igual! Mismos perros, mismos collares. Y mientras tanto ¿qué demonios hacemos para que esto no vuelva a suceder? No aprendemos, no paliamos, no somos capaces de prevenir nada. Y sí se puede.

Este ojo que observa intenta reordenarse tras lo que, desdichadamente, está harto de ver.

Las desgracias ya han sucedido, no podemos volver al punto anterior, y ahora qué ¿vamos a seguir haciendo más de lo mismo? Es decir: nada. El bosque se quemó y se ha vuelto a quemar; la Dana llegó y volverá otra, allí o en otro lugar similar; el volcán rugirá otra vez; habrá otros virus, otros covid con otros nombres y seguimos dependiendo de fuera; la sequía está ahí, el agua que tenemos es el bien más necesario y… ¿lo protegemos?

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Hace muchos años me enamore de la Geografía como ciencia, porque me enseñó a relacionar el medio natural con el hombre como especie. Les aseguro que si no cambiamos la manera de interpretar la relación que nuestra especie con el medio natural, lo que estamos viendo se multiplicará. Si hoy estuvieran vivos D. Ángel Cabo, D. Eugenio García Zarza, D. Enrique Clemente…, profesores catedráticos de nuestra universidad, convendrían conmigo que tenemos lo que nos hemos buscado. A los que tienen capacidades decisorias y económicas, por favor escuchen a las gentes con su sabiduría milenaria, hablen con los estudiosos del territorio, ellos saben y les dirán que dónde hay roble, no repueblen con pinos; donde hay pasto, pastoreen; donde hay piedra, úsenla; donde hay que cortar, corten; donde hay que sembrar, siembren…

Un gran médico no puede hacer un edificio, aunque sea premio Nobel de medicina.

Unan de una vez por todas experiencia y conocimiento y olvídense de la política.

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