ESCRIBE O REVIENTA

Todos contra el fuego

El problema de todo es que la indignación desaparecerá con la vuelta al cole y el año que viene en estas fechas pasará lo mismo

Lunes, 18 de agosto 2025, 06:00

Los japoneses saben que cada cierto tiempo por los designios de la madre naturaleza tienen tsunamis y se preparan para ello construyendo grandes diques en los puntos en los que más ha castigado el mar a sus costas. En México, en las grandes ciudades, ya construyen o adaptan grandes rascacielos a la actividad sísmica que les ha tocado vivir de por vida por el hecho de nacer en las proximidades de placas tectónicas caprichosas e inquietas. En Países Bajos llevan toda la vida luchando contra el nivel del mar y se apañan bastante bien… Es decir, cada país conoce cuáles son sus puntos débiles y trabajan y gastan dinero en combatirlos. Pues en España todos los veranos desde que tengo uso de razón se quema medio país. ¿No hay nadie al volante en los últimos 40 años, que yo sepa, que se haya dado cuenta de que hay que prevenir este asunto con firmeza?

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El fuego en España es aquel fenómeno que nos da mucha pena cuando sale cuatro días en la televisión mientras que comemos melón en bañador, pero después se nos olvida a todos como los amores de verano que se desvanecían en septiembre. Ahora, lo mismo siguen en pie durante el invierno mandándose memes por whatsapp. Otros tiempos. El caso es que todos los veranos se quema nuestro patrimonio. ¿Se imaginan a los japoneses o a los de habitantes de Florida esperando sin hacer nada a que cada cierto tiempo un huracán o una gran ola les pegue un viaje que les destroce sus ciudades costeras?

Da mucha rabia e impotencia que todos los veranos estemos debatiendo en una terraza con un tinto de verano cómo extremar las medidas contra los pirómanos que convierten nuestro paisaje en un infierno. Pero cuidado con la tranquilidad política de salir diciendo es que ha sido un pirómano y lavarse las manos del desastre. Según la Memoria de la Fiscalía General de 2023, los incendios generados por negligencia –es decir, cualquier descuido que no busca provocar el fuego– representaron el 68% del total, mientras que el 19% fueron intencionados. Es decir, que los pirómanos hacen de las suyas, pero que no tienen la culpa de todo.

Evidentemente, no tengo la receta para evitar o por lo menos reducir al mínimo todos los incendios veraniegos en España, pero entiendo que tendremos a numerosos expertos que podrán hacer un plan contundente y apropiado para combatir esta lacra. No sé si tiene que haber más cortafuegos o cuál es el modo más efectivo para limpiar el monte. Lo que escucho a la gente de campo y que vive en zonas rurales es que las decisiones las suelen tomar algunos iluminados que poniendo en el informe agenda 2030, sostenible y cambio climático. Se creen que conocen el terreno. Si les toca ir a un monte tienen que rebuscar bien en el trastero para encontrar las botas de montañas de cuando hacían galletas e iban de campamento con los scouts.

El problema de todo es que las noticias, los artículos de opinión como este y las quejas de la población desaparecerán con la vuelta al cole y el año que viene en estas fechas pasará lo mismo. No soy adivino y no me gusta apostar, pero me jugaría el tener razón a que en el puente de agosto de 2026 habrá retenciones en las operaciones salida y entrada, la gente inundará las playas en busca de su respiro vacacional y se producirán, por desgracia, un sinfín de incendios.

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Por cierto, no vendría mal una campaña de concienciación como las de antes. Tengo 41 años y todavía tarareo en mi mente la canción aquella de 'Todos contra el fuego' que cantaba Serrat en los 90. Lo tengo grabado a fuego. Nunca mejor dicho.

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