El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo (izquierda), y el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann (derecha), presentan el 'Estudio Económico de España'. E. P.

La OCDE vuelve a subir su previsión de crecimiento para España, hasta el 2,9% en 2025 y el 2,2% en 2026

A más largo plazo, el 'think tank' de las economías desarrolladas augura que el PIB de España moderará su ritmo de expansión en 2027 hasta el 1,8%

E. P.

Madrid

Miércoles, 26 de noviembre 2025, 13:49

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha vuelto a elevar sus previsiones de crecimiento para España este año y el siguiente, tras la revisión al alza anunciada en septiembre. Ahora anticipa que la economía española crecerá un 2,9% en 2025 y un 2,2% en 2026, lo que supone un aumento de tres y dos décimas, respectivamente, respecto a las proyecciones anteriores.

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A más largo plazo, el 'think tank' de las economías avanzadas prevé que el PIB español modere su expansión hasta el 1,8% en 2027, según el informe anual de la OCDE sobre la economía de España. De esta manera, sus proyecciones coinciden con las últimas estimaciones del Gobierno español, que la semana pasada revisó al alza su crecimiento esperado para 2025 y 2026, fijándolo también en 2,9% y 2,2%, respectivamente, y proyecta un 2,1% para 2027 y 2028.

La OCDE señala que la demanda interna continuará siendo el principal motor del crecimiento, en un contexto de debilitamiento de la demanda externa. El consumo privado se verá respaldado por un mercado laboral sólido, un incremento de la renta real y la caída de la inflación.

Asimismo, la organización prevé un aumento de la inversión durante 2025-2026, impulsado por la reducción de los costes de financiación y la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Por el contrario, anticipa una desaceleración de las exportaciones debido a la débil demanda de los principales socios comerciales y los aranceles de Estados Unidos. Aunque la exposición directa de España a estos aranceles es limitada, representando menos del 5% de las exportaciones, la OCDE advierte que la incertidumbre podría afectar la confianza empresarial, especialmente en sectores como el agroalimentario, químico y de maquinaria y transporte.

El informe subraya que, aunque el crecimiento del PIB se mantendrá sólido, se moderará gradualmente. Desde 2021, el PIB per cápita ha acumulado un crecimiento superior al 9%, más de dos veces y media la tasa de la eurozona, pero todavía no alcanza los niveles de sus homólogos europeos, reflejando un crecimiento débil de la productividad laboral.

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En cuanto al mercado laboral, la OCDE prevé que la tasa de paro alcance el 10,6% este año, bajando al 10,1% en 2026 y al 9,8% en 2027. La inflación, por su parte, será del 2,6% en 2025 y se reducirá al 2,3% en 2026 y al 1,8% en 2027.

El déficit presupuestario se situaría en el 2,5% del PIB en 2025, frente al 3,2% del año pasado, y se mantendría en el 2,3% en 2026 y 2027. La deuda pública, por su parte, bajará del 100% del PIB este año al 99,4%, para descender al 97,9% en 2026 y al 97% en 2027. Estas cifras incorporan medidas de ayuda por la dana (0,2% del PIB), la ampliación de subsidios al transporte público y un aumento del gasto en defensa al 2% del PIB en 2025 y 2026.

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A pesar de estos incrementos en el gasto, la OCDE prevé que el déficit fiscal se reducirá gracias a mayores ingresos derivados de la creación de empleo, el aumento salarial y medidas fiscales recientes, así como a una ligera consolidación del gasto en transferencias de capital y energía. La organización enfatiza que, aunque se espera que el déficit fiscal y la ratio deuda/PIB disminuyan entre 2025 y 2027, la consolidación continua es clave para garantizar la sostenibilidad fiscal, afrontar el envejecimiento poblacional, las presiones de defensa y la transición verde, y crear espacio para el gasto que impulse el crecimiento.

“La solidez del crecimiento económico aconseja acelerar la reducción del déficit para reforzar la sostenibilidad fiscal y reconstruir reservas para futuras crisis”, destaca la OCDE.

Riesgos y sombras

El informe también subraya importantes riesgos externos e internos. A nivel internacional, podrían afectar la economía española la intensificación de medidas comerciales globales, la disminución del apetito por el riesgo, el aumento de la volatilidad financiera y los conflictos regionales, que podrían elevar los precios de materias primas e impactar la balanza por cuenta corriente.

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Internamente, la fragmentación política podría dificultar la implementación de reformas estructurales y medidas fiscales, mientras que la debilidad de la inversión se mantiene como riesgo debido a restricciones en la construcción, incertidumbre prolongada y retrasos en los fondos NGEU.

Además, la OCDE advierte sobre perturbaciones climáticas de gran impacto, como las inundaciones en Valencia en octubre de 2024, y fenómenos extremos más frecuentes (sequías, olas de calor, inundaciones) que podrían afectar la productividad, la agricultura, la infraestructura, el turismo, el transporte y generar presiones inflacionarias.

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