Dani Llácer, en el área técnica del Reina Sofía durante un partido de la pasada temporada. LAYA
ENTREVISTA A DANI LLÁCER

«No solo me alegré muchísimo de la salvación de Unionistas, es que me sentí partícipe de ella»

Club y técnico se ven las caras tras su despido sin cuentas pendientes: «Será un partido chulo»

Iván Ramajo

Salamanca

Miércoles, 26 de noviembre 2025, 07:30

Siete meses y 16 días después de haber sido cesado en Unionistas, Dani Llácer (Quart de Poblet, 35 años) logró su primer triunfo visitante en Primera RFEF. Entre medias hubo tiempo para la reflexión, para activar el start-stop en el que dejó pasar ofertas muy jugosas para recuperar su faceta como segundo entrenador… hasta que apareció el Ourense CF buscándole. Con el conjunto gallego no solo ha logrado su primer triunfo a domicilio en la categoría de bronce, sino que también ha conquistado la Copa Federación y ha derribado al Oviedo en la Copa del Rey. En realidad, esos 230 días han sido un mundo tanto para él como para Unionistas. Y ahora, después de todo, ambos se reencuentran frente a frente.

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Si tenía marcado este partido en rojo, no podía llegarle en mejor momento a los dos.

—En rojo como tal, no; te centras en el día a día, sobre todo porque nosotros hemos tenido tantos partidos, miércoles-domingo, que no te da tiempo a pensar cuándo llega. Pero sí, es un partido especial. Viví dos años extraordinarios en Unionistas, aunque al final no deja de ser un partido más y tres puntos más o menos. Va a ser un partido bonito, donde me voy a reencontrar con amigos y sensaciones que allí viví.

En O Couto empezaron sus fantasmas a domicilio el curso pasado, que acabaron la jornada anterior. ¿Cuánto le ha pesado esa losa?

—Al final, el fútbol es muy caprichoso. El fútbol y la vida. Es curioso que, como staff, hemos perdido muy poco, pero también que en Liga no ganamos nada. Esa primera victoria la merecimos antes: la temporada pasada ya, y este año también. Ahora solo hemos perdido en Tenerife; ganamos uno y empatamos cinco. Solo como visitantes, estaríamos en playoff. Es fútbol, son dinámicas. Y, mira, tanto en la Copa RFEF hemos jugado nueve eliminatorias, seis de ellas fuera de casa, y las sacamos. Como la temporada pasada frente al Utebo en la Copa del Rey.

Esta fue una de las armas de su destitución. ¿Cuánto le costó digerir su salida de Unionistas?

—Los entrenadores tenemos que convivir con eso; lo vemos a diario. Es cierto que cuando te destituyen te quedas un poco en shock, sobre todo cuando cumples los objetivos a nivel clasificatorio que tenías propuestos. Pero es lo que decidieron. Estoy súper agradecido de haber sido entrenador de Unionistas, en especial a Rubén Andrés. El club siempre va a formar parte de mí porque fueron dos años muy intensos. Mucho de lo que soy se lo debo a él. Estoy convencido de que, para ganar al Oviedo en Copa, me ayudó muchísimo.

El equipo se acabó salvando, y entiendo que en su fuero interno hubo algo de celebración ese día. ¿No?

—Sí, porque al final me voy en la jornada 31 con 40 puntos. Se consigue la salvación con seis más en siete jornadas. Me alegré muchísimo. Me sentí partícipe de ella, sobre todo por las amistades y por la afición, que me hizo sentir mucho en el Reina Sofía. Recordaré siempre el partido del Nàstic en Navidad, los de los filiales, el del Andorra que acabó ascendiendo… y que parece que se valoraron poco en el momento. Me alegré.

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A Unionistas le ha costado tres entrenadores volver a dar con la tecla. ¿Qué le dice?

—Pues que es fútbol, qué te voy a decir. Es cierto que encontrar sitios estables en este negocio es complicado. Una de las razones por las que firmo en Ourense es porque la gente de aquí y, sobre todo, el presidente, Camilo, me dio su confianza. Me dijo directamente que confiaba en los procesos, y me lo ha demostrado. Somos campeones de Copa Federación, trajimos a un Primera y vendrá otro en Copa, y en Liga tenemos esta dinámica positiva. Eso es gracias a la confianza. En otro lugar, si en las primeras nueve jornadas no ganas, estás fuera. Estoy muy agradecido.

A colación, ¿es más libre deportivamente en Ourense o en el Reina Sofía? Porque aquí se ha hablado mucho de eso.

—Siempre trabajé muy bien en el día a día en Unionistas. La gente del día a día, que son Rubén Andrés y Antonio Paz, me apoyaron y me hicieron trabajar muy a gusto. Luego, tenía un staff y un grupo de jugadores, a nivel de personalidades, que me dieron la vida. Trabajé increíblemente bien en el día a día, y con la afición también lo sentí a diario. Estoy híper a gusto aquí porque esas facilidades también las tengo. Pero también confianza y unas expectativas coherentes. Y se agradece.

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Se enfrenta al Unionistas más difícil de marcar de los últimos tiempos. Pero su equipo no le anda a la zaga… su portero lleva casi los mismos minutos que Unai Marino sin sacar un balón del fondo de la portería en Liga.

—Son dinámicas muy parecidas en cuanto a sensaciones, a nivel defensivo y ofensivo. Va a ser un partido chulo de ver. Equipos muy parecidos, perfil muy joven y hambriento, con energía. Con balón, estos dos últimos meses estamos muy fluidos y, desde ahí, creo que será uno de los secretos para tratar de ganar a Unionistas.

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¿Cómo ve a Unionistas desde la distancia?

—En general, con mucho cariño. Y particularmente con Mario Simón, un equipo muy estable. Ha sabido encontrar 13, 14 o 15 futbolistas muy reconocibles; eso le ha dado solidez, madurez sin balón, que es muy interesante. Y encontrando cosas con balón con Álvaro Gómez, De la Nava cuando juega, Abde o Jota López… Ahí están los resultados.

¿Dónde ve a los dos al final de Liga?

—Bueno, consiguiendo los objetivos, que no son otros que salvarnos. Lo celebraré increíble: el nuestro y el de Unionistas. Los dos somos los mejores ejemplos de que esto es muy largo: hace un mes éramos últimos y penúltimos, y ahora hemos sacado un poco la cabeza. Pero quedan muchísimas jornadas.

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¿Quién tiene más mérito en este primer tercio de Liga, lo suyo o lo de Unionistas?

—Lo de Unionistas tiene mucho mérito. Sacar 15 de los últimos 21 puntos son números muy buenos. Pero nosotros llevamos 23 partidos de competición oficial a finales de noviembre, que serán casi récord Guinness. Nos ha salido bien todo luego, pero la Copa RFEF fue una apuesta arriesgada, tuve lesiones en puestos clave… y pudo no haber salido.

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