Uva 'Rufete' contra el cambio climático
La Universidad estrena sus talleres en la Feria
En los viñedos ya no manda el calendario, sino el termómetro. Lo que antes era un ritual que comenzaba a finales de septiembre o con el inicio de octubre, hoy se adelanta al mes de agosto, con una vendimia cada vez más temprana. El cambio climático no solo acelera la maduración de la uva, sino que también influye en su sabor y color, obligando a enólogos y bodegueros a buscar opciones para que sus vinos no pierdan calidad.
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Así lo aseguran los expertos del grupo de investigación en polifenoles de la Universidad de Salamanca, que creen que una posible solución a los efectos del temido cambio climático en el viñedo estaría en las variedades autóctonas de uva. «Están más adaptadas y resisten mucho mejor esas condiciones climáticas cambiantes», asegura Ignacio García, que junto a su compañera Cristina Alcalde impartió ayer el primero de los talleres que cada año ofrece la institución académica en la feria.
«El cambio climático está modificando la maduración de la uva porque las temperaturas son más altas durante el día y, sobre todo, por la noche, lo que está afectando a la calidad de la uva y, por tanto, a la calidad del vino».
Para los investigadores salmantinos, estas uvas «minoritarias», de Arribes o de los pueblos de la Sierra de Salamanca, podrían ayudar al incorporarse a las elaboraciones de otros vinos: «Pueden aportar esa acidez que están perdiendo algunos vinos o dar un color un poco más estable». O lo que es lo mismo, «vendrían a solventar algunos pequeños defectos que se están produciendo por culpa del cambio climático».
Variedades casi olvidadas
Así, variedades de uva como la Rufete, Juan García, Bruñal o las casi desconocidas Gajo Arroba y Tinto Jeromo, con apenas dos hectáreas en toda España, podrían convertirse en las perfectas aliadas de bodegueros y enólogos contra el cambio climático. «Son variedades que estaban un poco olvidadas y que ahora comienzan a recuperarse», como insisten los expertos de la Universidad de Salamanca y como demuestra la recuperación de muchos viñedos que durante años estuvieron abandonados.
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Además del vino, en el estand de la Universidad también se habló ayer de capacitación empresarial y emprendimiento, con la charla de Ricardo Costa, de la Unidad de Promoción Estratégica de la Investigación, Transferencia e Internacionalización; y de semillas, con el taller de Antonio de la Torre y Andrea Fuentes, del grupo de investigación en fisiología y señalización hormonal en plantas.
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