Un mes después del inicio de las protestas agrarias todo sigue igual: promesas pero, de momento, nada por aquí y nada por allá. Bruselas ha dicho que algo hay que hacer y Planas, que algo hará. El nivel está en que de lo que más satisfecho está el ministro, es de que Bruselas le vaya a copiar, o eso dice, la Ley de la Cadena Alimentaria. Y está orgulloso y no se entiende porque precisamente mañana las organizaciones agrarias se van a manifestar contra esa Ley que dicen que no funciona. Tendrá que explicarles Planas qué empresa comprará el cereal al agricultor a un precio que supere los costes, cuando en el puerto se encuentra otro más barato que entra sin aranceles.
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Con las protestas, a Planas se le ve preocupado por los agricultores y ganaderos: hay que flexibilizar la PAC, viene a decir. Que está muy bien sino fuera porque es a lo que viene negándose desde que se lo pidieron las comunidades allá por noviembre. Si no fuera porque cada vez está más claro que él no manda.
Esto es una foto. La de Planas, que sonríe con los agricultores. Y mientras el PSOE dice aquí que está con ellos, en Bruselas los eurodiputados socialistas votaron a favor de la Ley de Restauración de la Naturaleza, tan aplaudida por los ecologistas e impulsada por Teresa Ribera. Y esa Ley que reduce tierras de cultivo para que viva más alegre la mariposa, incluso la defendió en Bruselas otro eurodiputado del PSOE, en concreto César Luena.
La bipolaridad del PSOE, o lo que sea,no acaba ahí porque va la eurodiputada socialistaClara Aguilera y defiende en Bruselas que la protección del lobo hay que rebajarla porque pobres ganaderos. Y lo dice en Bruselas, a los de Bruselas, cuando la Comisión Europea ya ha dicho que hay que rebajar la protección del lobo y es su compañera, otra vez Teresa Ribera, la que se niega. La realidad es que el propio presidente del Gobierno ya confesó hace años que si no votara al PSOE, lo haría a Equo, porque es muy ecologista. Es Teresa Ribera, pero es Pedro Sánchez. Y es Planas, que les hace el papel. Y entre este juego que se trae el PSOEde estar en la foto con el campo y a la vez en el BOE contra él, están el PP y Vox, que parecen más pendientes de disputarse el ser el partido del campo. Sólo eso explica que el PP proponga una moción de apoyo al sector y que Vox incomprensiblemente vote «no» . El PSOE, tan contento. Tampoco están a una PP y Vox en hacer valer su mayoría en las reuniones con el Gobierno, aunque sufran siempre ese patrón, el de cuarto y mitad de ninguneo.
Ahora, después de un mes sin conseguir nada, el agricultor y el ganadero ya no distingue entre Gobierno y comunidades porque lo que quiere es que les resuelvan lo suyo. Y si el PSOEcon el «caso Ábalos» exige explicaciones al PP, con las protestas agrarias hace igual. La culpa es de las comunidades, dice, que no han hecho deberes. Cuando quien principalmente no los hace es él.
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Las comunidades se quejan (y con razón) de los desprecios de Planas pero hasta ahora los consienten. Corren el riesgo de que el voto del campo, al final, no sea para nadie.
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