DE CAMPO

Pobre Planas

Planas lleva toda la semana presionando a las organizaciones agrarias para que firmen el documento de las 43 medidas. UPA acudió enseguida y «animó» a COAG y ASAJA a firmar ese mismo día, pero no coló. No sentó tampoco bien que UPArompiera la unidad de acción sin consulta previa a las otras organizaciones agrarias. Planas marcó con UPA el camino, que no era otro que el de la firma de la paz agraria. Y ahí estuvo la renuncia de Lorenzo Ramos a movilizarse. Le salió bien con UPA. No con Unión de Uniones. Planas cedió y le concedió a cambio de la firma lo que quería, que era la interlocución directa con el Ministerio, pero Unión de Uniones no le ha dado al ministro lo que deseaba, que era su rendición en movilizaciones. Y la próxima semana saldrá a la calle. Planas montó la firma como escenificacion de la paz agraria y como ninguneo a las comunidades autónomas, a las que quiere sustituir en las negociaciones por las organizaciones agrarias. Le ha salido mal. Pobre Planas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad