Ismael Gómez, con algunos de sus perros.  

Un pastor advierte: «Si queremos lobos, el mastín tiene que estar suelto»

Ismael Gómez es dueño de 13 perros y advierte que los careas nunca deben estar sin supervisión

S.M.

SALAMANCA

Miércoles, 8 de noviembre 2023, 16:52

Ismael Gómez es ganadero y pastor en Lagunilla y tiene 10 mastines y 3 careas para cuidar su rebaño, aunque no todos pueden trabajar por cuestión de edad o enfermedad. Desde su experiencia de casi 20 años, se ha mostrado muy sorprendido por lo ocurrido en Roales, donde unos perros de pastoreo mataron a la joven Arancha: «Todos nos quedamos sorprendidos. Es rarísimo. A los que criamos estos perros se nos escapa, no lo concebimos». Aunque aún «todos son especulaciones» tiene claro que «los careas nunca jamás deben estar sueltos sin supervisión. Si no está el ganadero o el pastor, nunca deben estar sueltos con los mastines«.

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«Mastines y careas trabajan en el mismo ámbito pero el comportamiento es totalmente distinto. Del carea viene el pastor alemán, pastor belga... son perros que se utilizan para ataque y defensa», dice. «Están concebidos para morder dentro de límites y estás tú supervisando al perro para educarle y que suelte y pare. Si no muerde de vez en cuando a las ovejas en la lana o las agarra de vez en cuando, las ovejas no le respetan, no le hacen ni caso. Y si no es así dime cómo puedes manejar un rebaño cuando tienes que pasar carreteras. Estos perros son para eso. El mastín está para protegerlas. Tiene que ser una oveja más. Pero, claro, ellos están hermanados entre sí, trabajan juntos habitualmente. Si son 6 ó 7 horas que pastoreas con las ovejas ellos van juntos, son parte de la misma manada. Pero si no estás tú nunca deben estar sueltos los careas».

«Para mí que han sido los careas los que han incitado a los otros -apunta-. El mastín tiene muchísima potencia. Y un carea también, tiene una boca de cuidado. Yo creo que los perros muy equilibrados no pueden estar: es una barbaridad .Y un caso aislado porque mira la cantidad de mastines que hay y no podemos estar 24 horas con ellos y el ganado. El mastín para hacer su trabajo tiene que estar suelto si queremos que haya zorros, lobos, buitres... Si no fuera así, sería imposible».

Ismael Gómez, en relación a los mastines, alaba su nobleza: «Es un perro que te avisa. Está con las ovejas y marca un límite, la zona y te avisa. Puede haber un perro que sea un poco más impetuoso pero ahí estás tú para darle otro uso: dejarlo en la nave o ver si el perro se pasa un poco de carácter y no eres capaz de reconducirlo».

También, desde su experiencia y su amplio conocimiento de los perros pastor, Ismael da las claves en el caso de que en el campo alguien se encuentre a estos perros y pasan por aplicar «el sentido común». «Les he dicho siempre a mis hijos que con mastines o con cualquier perro hay que intentar guardar la distancia», explica, y si ya no se puede, «quedarte quieto, no hacer aspavientos, no gritar, no amenazarles, que es lo que suele hacer mucha gente. Y no coger piedras porque lo que haces es calentar al perro. Quédate tranquilo. El perro va a llegar, va a oler, va a ver que no eres amenaza y va a volver con su ganado».

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Considera que es fundamental el respeto, no meterse entre el ganado. «Hay gente que va buscando setas y tiene que pasar por el medio de las ovejas. Y ahí los perros te van a apretar y más si están solos. Es sentido común. Si yo voy a Madrid no paso por la Castellana cuando me da la gana. Es respetarnos todos un poco y compatibilizar los usos. Si vas al campo con el perro, hay que llevarlo atado y guardar mucho más las distancias, alejarse lo más posible. Para los perros pastor el perro es un depredador e interpretan que puede hacer daño al ganado o a sus crías».

El ganadero y pastor de Laguinilla da otra clave que considera fundamental en cuanto a la cría de cachorros pastor: «Nunca los crío juntos porque aprietan demasiado. No a la gente, a todo. Son más nerviosos, uno apoya al otro. Los mayores están más curtidos, más habituados a todo. Ellos van enseñando a los cachorros. Si crías 3 cachorros a la vez y los tres tienen un año pues pasa como con los niños, que enredan uno con otro y la lían. Tienen que obedecer, aprender...»

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En relación a si es necesario una normativa sobre perros de trabajo, tiene claro que «los perros tienen que estar vacunados, identificados y no es cuestión de un número por rebaño porque si fueran 4 ó 5 y 3 no son aptos porque son mayores, ¿qué hacemos? ¿los sacrificamos por que tengan una edad? Hay que corregir la conducta al perro. Siempre que le riñes, sabe que no hace algo bien. Luego hay gente que no debería tener animales, no debería ser ganadero. Si se es un dejado para el ganado, imagínate para los perros, peor. Cuando se compruebe que hay conductas que son sancionables, sancionar y controlar».

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