La mayor parte de la superficie de maíz de la provincia sigue a la espera de las cosechas
Los agricultores aguardan a que el grano ofrezca una humedad de 20 grados o inferior. Se prevén unas producciones inferiores unidas a bajos precios que restan rentabilidad
Aunque desde hace un mes se han producido recolecciones de maíz a cuentagotas, la cosecha aún no ha arrancado con alegría en la provincia de Salamanca. Por un lado, el grano no ofrecía la humedad del 20% o inferior que demandan los compradores. Por encima de este porcentaje se toman en cuenta unas tablas que reducen el precio por kilo.
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Además, las lluvias están retrasando la entrada de las cosechadoras con ruedas en el campo. Aunque las que tienen cadenas pueden trabajar, hacerlo con la tierra húmeda daña el terreno y encarece la recolección, debido a que las máquinas de cadenas cobran más.
Los agricultores tienen claros todos estos factores y, en un año como este, en que los precios del grano se ubican entre 180 y 220 euros la tonelada, cualquier disminución de precio por kilo hará perder rentabilidad. «Los precios están muy bajos, no sé si salvaremos gastos», lamenta el agricultor José Manuel López, de Poveda de las Cintas. «Lo suyo es segar el maíz con entre 18 y 20 grados; si lo siegas con 26 pierdes mucho dinero», explica el agricultor Alberto González, de Villaflores. A la vez, indica que este año los ciclos medios, 400 o 450, están dando humedad aún. Los pocos maíces que se han podido cosechar han sido de ciclos largos. Esto se produce porque las lluvias de primavera obligaron a sembrar el maíz más tarde y el cultivo va con retraso. «Este año vamos un mes más tarde», dice. «No ha hecho frío y lo que le quita la humedad al maíz es el hielo, y hasta ahora no ha helado», detalla.
En El Campo de Peñaranda se veía este viernes una máquina cosechando una parcela de maíz y camiones esperando a ser cargados. Era la cosechadora de Alberto Lozano, que asegura que pudo cargar solo tres, ya que el terreno estaba muy blando.
Este agricultor también muestra preocupación por los precios y las bajas producciones. Hasta ahora han cosechado poco y los rendimientos son inferiores a los de la campaña pasada. «De producción están dando una media de 14.000 o 15.000 kilos por hectárea, no es mucho», valora. «El coste de producción es muy alto; ahora, con lo que valen los abonos, te vas a 2.500 euros por hectárea en gastos, y a 180 euros por tonelada que anda el maíz a 20 grados se pueden sacar unos 3.000 euros por hectárea. Tiene un beneficio muy pobre», lamenta.
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Estos tres agricultores describen la situación principalmente en la zona del nuevo regadío de La Armuña, en los términos municipales de Poveda de las Cintas, El Campo de Peñaranda y Villaflores. En estos municipios el cultivo de maíz ha ganado terreno a cereales como el trigo y la cebada desde hace dos años.
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