A veces los correctores de los ordenadores y de los teléfonos se pasan de listos. En el mío, sin ir más lejos, tengo que andar con cuidado porque cada vez que escribo la palabra «sanchista», refiriéndome a un ministro o personaje socialista, el maldito corrector se empeña en sustituir este término por el de «pancista». Y no es plan. Pero, a lo que iba. Pedro Sánchez ha optado por una política continuista en lo que respecta a los dos departamentos más relacionados con el campo: el de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el que continuará Luis Planas, y el de Transición Ecológica, con Teresa Ribera al frente, que es además vicepresidenta tercera. Por lo menos, de momento, como explicaré más adelante. En el caso del «sanchista» Luis Planas la botella está por la mitad y se puede ver medio llena o medio vacía. Es verdad que su primer objetivo era continuar como miembro del Gobierno; desde ese punto de vista ha tenido éxito. Pero su segundo objetivo era cambiar de departamento a toda costa, especialmente irse al Ministerio de Asuntos Exteriores; contemplado así la botella está medio vacía. En resumidas cuentas, que Sánchez ha dado a Planas una de cal y otra arena. Por otro lado, no hay que olvidar que durante el mandato de don Luis se ha vivido la oleada de movilizaciones agrarias más importante de este siglo.
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Respecto a Teresa Ribera, a la que Luis Planas se refiere como «la jefa» cada vez que alguna persona u organización le plantea una petición en la que debe intervenir la ministra de Transición Ecológica, lo más importante a destacar es que su gestión relacionada con el campo ha sido muy nociva para los intereses de este sector. Comenzó recortando el agua para riego en la planificación hidrológica; siguió aumentando la protección del lobo y ha terminado, sin ánimo se ser exhaustivo, incluyendo al sector agrario dentro de la futura normativa para la Restauración de la Naturaleza de la Unión Europea (UE). En resumidas cuentas, que su continuidad no es una buena noticia para los agricultores y ganaderos.
Y ¿por qué destaco al principio que Planas y Ribera siguen «de momento»? Pues, porque los dos tienen aspiraciones a terminar en Bruselas, en la Comisión Europea. La cosa es como sigue: Sánchez deberá designar al español o española que represente a nuestro país en el Colegio de Comisarios entre junio y julio del año próximo, si para entonces sigue de presidente del Gobierno; si Nadia Calviño no consigue el puesto de máxima responsable del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en las próximas semanas, parece que el puesto en la Comisión sería para ella. Sin embargo, si logra este cargo, Teresa Ribera y Luis Planas podrían tener el camino despejado y no harían ascos a marcharse a la capital comunitaria, para lo que deberían abandonar el Gobierno entre junio y julio de 2024. Ahora, ya se sabe, que con Sánchez de por medio, nunca se sabe.
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