Un monumento a Planas en la feria

Apareció después de muchos días, mientras una parte del campo se quemaba

Martes, 26 de agosto 2025, 07:42

Ese gran hombre, ese gran político que tenemos por ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, al que nunca agradeceremos lo suficiente todos sus desvelos por el campo español, en general, el de Castilla y León, en particular, y, más en concreto, el de Salamanca, apareció, por fin, tras más de veinte días en paradero casi desconocido. Y escribo casi, porque fue visto en los chiringuitos que frecuenta en Nerja (Málaga) durante los primeros días de agosto, Luego, nada. ¿Quizás ha estado en la posesión que tiene en Marruecos, un pequeño palacete, en descripción de algunos de los que han pasado por allí, para gozar de mayor intimidad? Puede que sí, o puede que no, porque sus servicios de propaganda no han proporcionado información al respecto. Cada vez que se pregunta por las vacaciones del ministro, se quitan el muerto de encima diciendo algo así como que pertenece a su vida privada. ¿Acaso los frecuentes viajes de un ministro del Gobierno de España a Marruecos, aunque sean privados, pueden considerarse como tal? Al respecto recuerdo dos cosas: la primera, que el sector agrario marroquí es competencia directa del español, especialmente en el caso de las frutas y hortalizas; la segunda, que Luis Planas apareció en la lista de ministros, cuyos teléfonos, junto al del marido de Begoña, fueron espiados mediante el sistema Pegasus ¿Cuáles fueron los motivos o razones?Volviendo al asunto del principio, ese gran hombre, ese gran ministro, ese gran político, ese gran embajador que es Luis Planas apareció después de muchos días desaparecido (su estado habitual cada vez que hay un problema), mientras una parte del campo español se quemaba y el medio rural sufría por las llamas. Y apareció en una entrevista para decir que los agricultores y ganaderos afectados por los incendios que reciben ayudas de la PAC no tienen por qué preocuparse, porque al tratarse de una causa de fuerza mayor, no habrá problemas para cobrar esos apoyos. ¡Grande, don Luis! ¡Cómo se nota que esa parte de las normas comunitarias se la conoce muy bien! Después de tamaño hallazgo ha vuelto a su estado de levitación, a la espera de la primera reunión del Consejo de Ministros después del verano, que tendrá lugar hoy, y de que el viernes acuda al Senado, a petición del PP, para informar sobre los incendios. Puede que entre tanto ajetreo hasta sea capaz de encontrar un hueco para responder a la invitación de la Diputación de Salamanca para asistir al acto de inauguración de Salamaq y hacer el recorrido triunfal por sus instalaciones. Seguro que en su respuesta no influye el hecho de que tenga una cena la noche anterior con su familia de Salamanca. Puede que eso sea lo importante, lo de la feria es la excusa. ¡Que gran hombre, que gran político, que gran ministro! Para honrarle y despejar sus dudas sobre si viene, o no, propongo al presidente de la Diputación que erija a Planas un monumento a la entrada del reciento ferial y, que, además, su coste sea sufragado mediante aportación de los agricultores y ganaderos salmantinos. ¡Lo que haga falta por don Luis, faltaría más!

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