Salvo que Pedro Sánchez adelante las elecciones generales o sorpresa en alguna otra Comunidad Autónoma, la primera cita con las urnas será en Castilla y León, donde las encuestas sonríen a Alfonso Fernández Mañueco. Desde el punto de vista del sector agrario, estos son los asuntos, externos a la región, aunque con repercusiones sobre la economía agraria de la misma, que deberían ocupar al candidato a repetir al frente de la presidencia de la Junta:
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Las propuestas sobre el Marco Financiero de la UE para el periodo 2028-34, que se presentarán dentro de una semana y un día, van a incluir un recorte en el dinero destinado a financiar las ayudas directas de la PAC. Castilla y León es la segunda región española que más dinero recibe por este concepto, lo que repercutirá en los bolsillos de sus agricultores y ganaderos. Esta es la repercusión económica, pero también puede haber consecuencias políticas, porque esa propuesta partirá de un Colegio de Comisarios en el que el Partido Popular Europeo (PPE) tiene una mayoría aplastante. Este hecho puede ser aprovechado por los socialistas y los de Vox para intentar desgastar a los populares, aunque es verdad que también hay miembros de sus grupos en el Colegio de Comisarios de von der Leyen. Todo apunta a que esas mismas propuestas incluirán la unificación de los fondos de la UE, lo que podría provocar una pérdida de la independencia y de la autonomía de la PAC, algo que se rechaza desde el sector agrario.
Las propuestas sobre la propia PAC, que se presentarán en la misma fecha. De su contenido dependerá la distribución del dinero fijado en el Marco Presupuestario entre los Estados miembros y los sectores. De eso también dependerán los fondos que terminen llegando a los agricultores y a Castilla y León. El acuerdo sobre estos asuntos en Bruselas será posterior a las elecciones en nuestra región, pero no hay duda de que las propuestas de la Comisión Europea tendrán repercusión en la campaña electoral.
La presentación de todos los documentos sobre el Acuerdo entre la UE y Mercosur está al caer. Francia y Polonia, entre otros Estados miembros, intentan formar una minoría de bloqueo para impedir que se ratifique. Todo el proceso va a coincidir previsiblemente con la campaña electoral en Castilla y León. La mayor parte del sector agrario de nuestra región, con el vacuno de carne a la cabeza, de gran importancia en Salamanca, rechaza el contenido del citado acuerdo por considerarlo perjudicial. La única de las producciones importantes en nuestra región que podría resultar beneficiada es el vino. El problema radica en que el PP, en la ponencia política aprobada en su último Congreso, se muestra favorable a este acuerdo, lo mismo que el Gobierno socialista. Con este asunto también tendrá que lidiar Mañueco.
Finalmente, esta lo sucedido en el último Congreso del PP. Los dos párrafos referidos a la política agraria en la ponencia política no recogen medidas concretas de apoyo al campo. Y la persona designada para ser responsable del área económica y el desarrollo sostenible, del que dependería la política agraria, que es Alberto Nadal, no presenta la mejor tarjeta de visita de cara al sector agrario, vistas sus ideas y lo que hizo cuando fue secretario de Estado en los Gobierno de Rajoy. Supongo que Mañueco y su equipo no dejarán que rasque bola en el proceso electoral en Castilla y León, ni a él, ni a la persona que haya redactado la ponencia política. Ya veremos.
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