Ratificada la condena a 7 años y medio de cárcel al joven que dejó a su novia en coma de una paliza
La sentencia también establece un alejamiento de la víctima durante 17 años y que C.D.F.P. pague una indemnización de 642.885 euros
Lunes, 6 de mayo 2019, 18:21
La Audiencia Provincial de Salamanca ha ratificado la condena a siete años y seis meses de prisión para C.D.F.P., el joven que propinó una salvaje paliza a su pareja el 14 de mayo de 2017 que le provocó que entrara en coma. La Audiencia ha hecho efectivo de esta forma el acuerdo al que llegaron las dos partes en el juicio celebrado el pasado mes de febrero en Salamanca. A C.D.F.P. se le condena como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa con el agravante de parentesco y la atenuante de adicción a drogas tóxicas. Además se le impone la prohibición de comunicarse con la víctima y su familia y de residir en la ciudad en la que ellos vivan por un periodo de 17 años. Asimismo deberá afrontar diferentes indemnizaciones por un valor total de 642.855 euros.
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En la sentencia, el tribunal asegura que “el hecho de agredir repetidamente a una persona que se encuentra en el suelo, propinándole varias patadas con gran fuerza en la cabeza, se incardina perfectamente en el delito de homicidio sobre todo si tenemos en cuenta que la agresión se produjo en una zona tan delicada del cuerpo humano como es cabeza, donde cualquier golpe puede ser fatal y no estamos refiriéndonos a una sola patada, sino de varias, lo que pone de manifiesto (animus necandi) la intención de ir más allá de la mera lesión que ya se había producido tras la primera agresión. Por ello estamos ante un delito de homicidio en grado de tentativa”.
Los hechos tuvieron lugar el 14 de mayo de 2017. C.D.F.P. estaba en casa de su pareja, cuando discutieron y empezó a romper el mobiliario de la casa -propiedad de los padres de la chica-. La joven intentó salir y gritó pidiendo ayuda, pese a lo que el acusado la alcanzó y le dio un puñetazo con tal fuerza que cayó al suelo inconsciente. Luego pateó la cabeza de la víctima, a la vez que le decía: “Me vas a causar la ruina”. Finalmente, fue apartado por otro joven que le decía: “Para, para... que la vas a matar”.
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