¿Cómo se hace el membrillo de manzana?

¿Membrillo de manzana? Suena extraño. O dulce de membrillo, o dulce de manzana. La razón de este juego de palabras es que tradicionalmente hemos elaborado y comido el dulce de membrillo. Ideal para acompañar con queso fresco o extender en una rebanada de pan tostado. Pero como el membrillo es hermano de la manzana, con esta fruta también podemos elaborar este dulce. Por eso popularmente se conoce como membrillo de manzana, aunque lo correcto sería decir, dulce de manzana.

Vamos a meternos en harina. Para elaborar esta auténtica delicia sólo necesitamos, manzanas, azúcar y limón. En cuanto a las proporciones, hay que tener en cuenta que por cada kilo de manzanas necesitaremos 750 gramos de azúcar y medio limón. Todo dependerá de la cantidad que queramos hacer. No hay que olvidar que, tanto el dulce de manzana como el de membrillo se pueden congelar sin ningún problema.

En primer lugar habrá que preparar las manzanas lavándolas y pelándolas. Posteriormente se abrirán al medios y se cortarán en cuatro cuartos para eliminar el corazón. Esos cuartos los podemos a la vez trocear en dos o tres pedazos. Una vez realizada esta operación, pondremos toda la manzana en una gran cazuela en la que añadiremos el zumo de limón y el azúcar. Sin todavía encender el fuego, habrá que remover y dejar macerar durante unas horas. Cuando el azúcar esté disuelto, este proceso habrá concluido.

El siguiente paso es la cocción. Ponemos la cazuela al fuego y dejamos cocer con una temperatura no muy elevada durante aproximadamente media hora. Sabremos que estará listo cuando la manzana se encuentre prácticamente deshecha.

Una vez realizada la cocción, el puré resultante se pasa por una batidora y se vuelve a poner al fuego para que vaya espesando. Una vez conseguida la textura adecuada, se coloca en un molde de cristal o metal y se deja enfriar a temperatura ambiente. De esta forma tendremos nuestro rico membrillo de manzana o dulce de manzana.

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