Vecinos más ruidosos

El número de sanciones por exceder el nivel de ruido permitido en las viviendas y en la calle se acercó el año pasado a las cifras de 2020, el ejercicio del confinamiento en el que los ciudadanos pasaron meses sin salir de sus viviendas. Detrás de este incremento se encuentra la reactivación de la hostelería, ámbito en el que se registró la cifra más alta de denuncias desde el año 2013, según los datos de la Concejalía de Fomento y Protección Ciudadana. Nunca hasta ahora los bares y restaurantes habían anotado 27 multas por este motivo en un solo ejercicio, en todo caso solo 7 fueron de carácter muy grave. En 2019, antes de la pandemia y en un momento en el que la actividad hostelera registró el mayor pico de actividad de su historia en Salamanca, la Policía Local tramitó 24 denuncias.

Pero la causa principal del repunte han sido las denuncias por exceso de ruido en las viviendas particulares. El año pasado se tramitaron 165 multas, casi el doble que durante el ejercicio anterior, un año atípico en el que se dio por zanjada la pandemia y decayeron las medidas restrictivas, tanto para la actividad hostelera como para realizar actividades al aire libre.

Se recuperaron cifras de prepandemia y las sanciones por el exceso de ruido generadas en los pisos supusieron 8 de cada 10 multas del total de las 211 tramitadas durante todo el año pasado. Al contrario de lo que sucedió en la hostelería, tres de cada cinco expedientes fueron por faltas muy graves, 46 fueron graves y solo 23 tuvieron carácter leve.

La importante cifra de sanciones muy graves se debe a que la mayoría de las mediciones que acometieron los agentes se realizaron por las noches, cuando la percepción de los ruidos se multiplica al imperar un ambiente de silencio. Cabe destacar que el Consistorio de Salamanca hace mucho hincapié en evitar las molestias nocturnas, lo que lleva a que se atiendan la práctica totalidad de las llamadas de los vecinos por este motivo y que los agentes, incluso, efectúen las mediciones aunque tengan que esperar para asegurarse de que efectivamente generan trastornos a los ciudadanos.

En el ámbito de los comercios y los establecimientos los datos se han mantenido en la misma línea que en el ejercicio anterior, a la vez que se sumaron otros tres expedientes de incidentes producidos en garajes y comunidades de vecinos.

En este sentido, cabe destacar que también se tienen en cuenta las molestias por ruido que pueden generar, por ejemplo, las máquinas instaladas en los locales. En ese caso, se ejecutan medidas radicales como el precinto del aparato para que deje de generar molestias en el entorno.

Llama la atención que el incremento en la tramitación de las multas se ha producido a pesar de que a mediados del año pasado el Ayuntamiento de Salamanca decidió duplicar las sanciones económicas, en un intento de frenar las molestias que se generan a los vecinos por este motivo y después de que en la primera mitad del año se registraran casi tantas sanciones como durante todo el ejercicio anterior.

Ahora las multas de carácter leve por la noche cuestan 300 euros, aunque pueden llegar a los 750. Las calificadas como graves suben a 500 euros y en determinadas circunstancias incluso a 1.500 euros, mientras que las calificadas como muy graves suponen una sanción de 600 euros y pueden llegar a los 3.000. Por el día las multas van de los 150 euros a los 300 euros de promedio.

El incremento de las sanciones por exceso de ruido no se debió solo a un intento de frenar el comportamiento incívico, sino que atendió también a una actualización de los importes después de años congelados. Las cuantías de las multas anteriores, teniendo en cuenta que con el denominado “pronto pago” se reducían a la mitad, provocaban que se pagara por una sanción muy grave durante el día solo 75 euros de multa o 150 euros en el caso de producirse por las noches.

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