Salamanca impondrá mano dura para los meones reincidentes

La céntrica calle Hovohambre es, según los servicios municipales de limpieza, el principal “urinario” de los jóvenes en las noches y madrugadas de los fines de semana, cuando se registran el mayor número de denuncias de este tipo. A tan solo cinco minutos caminando, en Gran Vía con Caldereros, existe un baño público, con escaso uso. Una distancia muy similar a la que le separa de Varillas, Correhuela o la Plaza Mayor. Esa situación hace pensar que los jóvenes que optan por mear en la calle cuando están de fiesta en los bares del centro de la ciudad (como ha sucedido recientemente) vayan a dejar de hacerlo si se instalan más baños púbicos en la zona. Por ello, la vía para atajar esta conducta incívica en un casco histórico protegido por la Unesco parece la punitiva. El Gobierno de Carlos García Carbayo quiere endurecer las sanciones para los “meones reincidentes”. Actualmente la sanción por realizar necesidades fisiológicas en la calle es de 150 euros —300 si es en la Plaza o su entorno—, y la intención es que en la comisión de Medio Ambiente, la delegada del área, Miryam Rodríguez, proponga al resto de grupos políticos elevar esa cuantía cuando la Policía denuncie más de una vez a una persona por este motivo. Aún, no se ha fijado, eso sí, cuál será la cuantía de la sanción en esos casos.

Aún así, en los planes del Consistorio está incrementar el número de baños públicos en la ciudad. En 2018 ya se licitó por 130.000 euros un proyecto para crear nuevos aseos en Würzburg, Picasso y Villar y Macías, pero quedó desierto al no presentarse ninguna empresa. El visto bueno de Patrimonio tiene ya el proyecto básico para habilitar durante las obras de restauración del atrio de la Catedral aseos públicos bajo él. Y también están previstos en el Centro de Recepción de Visitantes en el que se convertirá la Fonda Veracruz. Si bien hay un acuerdo con los bares con concesión municipal que se encuentran en los parques Elio Antonio de Nebrija, Würzburg y Jesuitas para que cualquier personas, aunque no sea cliente, pueda hacer uso de sus servicios, la intención es habilitar aseos en los parques de la Alamedilla, Picasso y el Campo de San Francisco, según explican fuentes municipales.

Por otra parte, los cinco baños de moneda integrados en mobiliario público que se encuentran en lo alto de la calle Ramón y Cajal, la avenida de Salamanca, La Alamedilla, Gran Vía y Picasso van a ser sustituidos por unas instalaciones menos angostas y que sean accesibles para que puedan usarlos las personas con movilidad reducida. Pero, ¿qué ocurrirá con los aseos que se encuentran en esos puntos integrados en mupis —mobiliario urbano para la instalación de publicidad—? El Ayuntamiento quiere reubicarlos para dar respuesta a una de las demandas de los trabajadores del servicio municipal de transporte. Esos cinco servicios, así como otros tres nuevos cuyo suministro, instalación y mantenimiento se incluirá en el próximo contrato del mobiliario urbano, se emplazarán próximos a paradas del autobús urbano para que puedan utilizarlos los conductores. Desde hace años, estos han manifestado el problema que supone para ellos ir al servicio durante la jornada laboral, ya que, en la mayoría de las ocasiones, tienen que abandonar el autobús cuando se encuentra parado en una de las cabeceras y apresurarse a algún bar cercano donde se les permitan hacer uso de sus baños.

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