HABLAN ELLAS: “A la mujer le falta confianza en sí misma”

Son mujeres trabajadoras, luchadoras, carismáticas y dispuestas a perseguir plena igualdad en sus ámbitos. Desde el deporte hasta la política, pasando por la cultura, las asociaciones de vecinos o las profesionales salmantinas. Celebramos el Día Internacional de la Mujer —la manifestación en Salamanca comenzó a las 12:00 horas desde la plaza de la Concordia— rindiendo homenaje a todas ellas con algunos de los testimonios en los que narran algunos de los obstáculos que tienen, todavía en pleno 2020, en su rutina diaria.

EÑE | Eva Arrúe lleva el fútbol en su ADN, su padre Juan Sergio Arrúe fue portero en varios equipos, y ella empezó a jugar con tan sólo nueve años. Ahora, con 19 años Eva lleva ya dos arbitrando partidos de la categoría juvenil. Su pasión por el fútbol es algo de lo que se siente orgullosa, “lo elegí porque desde pequeña mis padres me lo inculcaron y yo siempre estaba con un balón. Nadie en mi casa me puso trabas por ser chica para que pudiera jugar al fútbol”. Ahora en su nueva faceta como árbitro, un desempeño en el que tan sólo hay 6 mujeres en Salamanca, se siente cómoda, “nunca he tenido problemas en un campo de juego por ser arbitro”, señala. En España de los 15.000 que hay tan sólo 600 son mujeres. “El nuestro es un mensaje para la siguiente generación, para que sean valientes y se animen a hacer lo que quieran dentro del fútbol bien sean jugadoras, entrenadoras o árbitros. No hay barreras y todos tenemos cabida en el mundo del fútbol”, asegura Eva Arrúe. Entre los sueños que le gustaría poder alcanzar con esta normalización Eva destaca que, como árbitro, le gustaría “poder estar en una final de la Copa de la Reina, la Supercopa o incluso un derbi Betis-Sevilla. La televisión ayuda en la difusión de este deporte, hay que darle a la gente la oportunidad de ver fútbol femenino”.

CASAMAR | Como buen ejemplo de una mujer emprendedora en el medio rural, Mari Luz Lorenzo, turronera de La Alberca, posee además su propia pastelería. Aunque creció con los valores educacionales clásicos, basados en que la mujer no podía desatender las tareas del hogar, asegura que con el tiempo esa mentalidad ha ido cambiando. “Ahora lo primero es mi trabajo. Cierro mi pastelería y si no me da tiempo a hacer una tarea de casa la dejo sin hacer”, señala.

Su independencia y atonomía van aún más allá de lo laboral, y tocan lo social. “Me voy al bar a tomar un vino a veces, como hacen los hombres. Antes se veía mal, y más si ibas sola. Ahora está normalizado”. Considera que en su trabajo nunca se ha sentido desplazada por su género, y sugiere que muchas mujeres son las propias enemigas del movimiento feminista. “Pueden marcar la diferencia, pero hay que prepararse igual que lo hacen ellos. A veces nosotras mismas nos boicoteamos”.

Sin embargo, reconoce ciertas diferencias que aún es menester salvar en la sociedad. “Es cierto que seguimos sin tener los mismos derechos, muchos altos cargos están reservados a hombres”, dice. Reconoce sentir orgullo cuando sabe de mujeres que han llegado lejos en ámbitos como la política.

TEL | Lleva varios años en el club deportivo Guijuelo pero Natalia González se estrenó como directora de la entidad en octubre. Afirma que fue al principio sintió que lo tenía más difícil porque “entré con 23 años, muy jovencita, y me faltaba la experiencia de enfrentarme a la gente”. Reconoce que chocaba que una mujer tomara las riendas de un club de fútbol en un mundo de hombres pero matiza que “nunca he sentido ningún desprecio”. En cuanto a la plena igualdad, afirma que a la mujer le falta “confianza en ella misma” ya que “yo parto de la igualdad” porque “al margen de la diferencia corporal, un hombre o una mujer pueden hacer lo mismo en cuanto a gestión”. Eso así, matiza que “todo depende de si se apuesta por el hombre o por la mujer” pero reconoce que “en este mundo, poquito a poco se va a apostando más por la mujer”. Culpa a la sociedad de las trabas con que se encuentra la mujer para alcanzar la igualdad porque “la mentalidad de la gente depende del lugar del que provenga” en una clara distinción entre ciudades o localidades más pequeñas. Finalmente, asegura que todo parte de los políticos porque “es una escala de los que mandan hacia abajo” y si “desde arriba partimos de una conciencia de igualdad, al niño más pequeño le tiene que llegar esa idea”.

CASAMAR | Águeda Prieto Peñín, es graduada en Nutrición y en Ciudad Rodrigo forma parte de los “maceros” de la Corporación municipal, un cargo que hasta solo unos años estaba reservado a los hombres. “La solución más efectiva para alcanzar la igualdad plena sería seguir apoyando las medidas políticas contra el machismo y que la educación evolucione hacia una educación feminista y que defienda la igualdad de hombres y mujeres, sin dar más importancia a decisiones políticas o a la educación”, asegura.

Del mismo modo, Águeda Prieto reconoce que “sólo el simple hecho de ir con miedo por la calle por sufrir una agresión sexual hace que sea más difícil ser mujer. Ya sea en el instituto, en la universidad o en el trabajo, te toman menos en serio”, señalando como uno de los principales problemas “es el más obvio y más grave, las mujeres seguimos siendo asesinadas. Son ya 14 las mujeres que han sido asesinadas por la violencia machista en lo que llevamos de año, lo que puede significar que en 2020 sea cerca de una centena los asesinatos que se produzcan si siguen siendo tan frecuentes los casos”, además de “la brecha salarial, los micromachismos, el rol de ama de casa...”

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